martes, 30 de octubre de 2012

El modernismo
El movimiento literario y artístico llamado el modernismo empezó en 1880 y duró hasta aproximadamente 1910. Los modernistas lograron una identidad literaria completamente nueva por rechazar lo convencional de los movimientos anteriores. En el nuevo sentido del << arte por el arte>>, el objectivo principal del modernismo era la pureza estética y la búsqueda por la belleza absoluta. La inspiración modernista derivó de la antiguedad greco-romana y del Lejano Oriente. El modernismo hispanoamericano se basó en las ideas de los parnasianos, que fundaron una escuela literaria durante la segunda mitad del siglo XIX que enfatizó la separación entre el arte y la política. Aunque esta división no se estableció completamente en Latinoamérica por los autores y activistas como José Enrique Rodó, el modernismo se enfoca por gran parte en el valor del arte misma y no el contenido social o político de la literatura.
Jefe honra, pintado por Alejandro Xul Solar, Argentina, 1923; Collection Marion & Jorge Helft, Buenos Aires

La primera fase y José Martí
Se dividió la época modernista hispanoamericana en dos fases principales. La primera se extendió de 1880 a 1910 y representó el fuerte deseo latinoamericano de liberarse literalmente y separarse ideológicamente del dominio español.
Muchos críticos consideran a José Martí como el iniciador del movimiento modernista. Su obra refleja la gloria de su patria cubana en vez de las cosas lejanas y exóticas que caracterizan la poesía de otros modernistas. Martí nació en La Habana y luchó por la independencia de Cuba por la mayoría de su vida. Por sus actividades subversivas Martí fue desterrado dos veces a España donde comenzó a escribir Versos libres y Flores del destierro, dos colecciones de poemas publicadas póstumamente. Aunque Martí escribió en un estilo muy personal y enfocó en muchos temas románticos como la libertad y el amor, se considera modernista por su gran afán de la belleza.
José Martí.

Poesía de Martí
Yo soy un hombre sincero. . .
Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
de las yerbas y las flores,
y de mortales engaños,
y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas.
He visto vivir a un hombre
con el puñal al costado,
sin decir jamás el nombre
de aquélla que lo ha matado.
Rápida, como un reflejo,
dos veces vi el alma, dos:
cuando murió el pobre viejo,
cuando ella me dijo adiós.
Temblé una vez- en la reja,
a la entrada de la viña,-
cuando la bárbara abeja
picó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerte
que gocé cual nunca: -cuando
la sentencia de mi muerte
leyó el alcaide llorando.
Oigo un suspiro, a través
de las tierras y la mar,
y no es un suspiro, -es
que mi hijo va a despertar.
Si dicen que del joyero
tome la joya mejor,
tomo a un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.
Yo he visto al águila herida
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.
Yo he puesto la mano osada,
de horror y júbilo yerta,
sobre la estrella apagada
que cayó frente a mi puerta.
Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hierre:
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.
Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo, como el diamante,
antes que luz es carbón.
Yo sé que el necio se entierra
con gran lujo y con gran llanto.-
Y que no hay fruta en la tierra
como la del camposanto.
Callo, y entiendo, y me quito
la pompa del rimador:
cuelgo de un árbol marchito
mi muceta de doctor.
*<<Yo soy un hombre sincero. . . >>, José Martí; Texto y vida; Introducción a la literatura hispanoamericana ed. Bárbara Mujica, Fort Worth: Harcourt Brace Jovanovich College Publishers, 1992. (1) Malembo, The God of the Crossroads, 1943; pintado por Wifredo Lam, Cuba; Collection Mr. and Mrs. Joseph R. Shapiro, Oak Park, Illinois.
(2) Oque Orisi, 1944; pintado por Wifredo Lam, Cuba; Private Collection, New York.

La segunda fase y Rubén Darío
La segunda fase del modernismo comenzó en 1888 con la publicación de Azul, la pequeña colección de poemas y cuentos escrita por el nicaraguense Rubén Darío. Esta fase se caracterizó por la afirmación de una conexión entre Latinoamérica y España. El espíritu de panamericanismo que existió durante la primera fase se rompió por la intervención excesiva de los Estados Unidos en los asuntos nacionales de los paises latinoamericanos. Por su hostilidad hacia su vecino norteamericano estos paises se unieron para enfocar en los legados que habían heredado de su país maternal de España. Además del estilo tan original de Darío, se notan también la musicalidad y las imágenes exóticas y delicadas en los poemas de Azul. Sus obras más conocidas son Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905).

Poesía de Darío
El sueño de Doña Marina 2, 1977; pintado por Alberto Gironella, México; Centro Cultural/Arte Contemporáneo, la Ciudad de México.

Sonatina
La princesa está triste. . . qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-Calla, calla, princesa- dice el hada madrina,-
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
*<<Sonatin>>a, de Prosas profanas y otros poemas; Rubén Darío
TOMADO DE :  http://home.wlu.edu/~barnettj/Holding/01/phillipsg/sigloXX_modernismo.htm

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