sábado, 3 de noviembre de 2012

 MODERNISMO - ROMANTICISMO
 
Modernismo

El surgimiento de una estética nueva:

A fines del siglo XIX, dos escuelas literarias reemplazan al Romanticismo y representan tendencias opuestas: el Realismo y el Naturalismo en la novela y en el teatro, y el Modernismo en la poesía.

El Modernismo es una escuela literaria de gran renovación estética. El canto de los poetas modernistas constituye la primera expresión de autonomía literaria de los países hispanoamericanos.

El modernismo se desarrolla entre los años 1880-1914. Esta escuela busca separarse de la burguesía y su materialismo, por medio de un arte refinado y estetizante.

Con respecto al lenguaje, el Modernismo reacciona contra el retorcismo, el descuido formal del Romanticismo y la "vulgaridad" del Realismo y del Naturalismo. Se nutre básicamente de dos movimientos líricos surgidos en Francia, en la segunda mitad del siglo XIX: el Parnasianismo y el Simbolismo.



Parnasianismo y Simbolismo:

El Parnasianismo es una escuela literaria que adhiere al "arte por al arte". Según esta tendencia artística encabezada por Theóphile Gaurier, se desarrollaba una poesía de una confección perfecta, separada de la realidad, y que reaccionaba contra los poetas sociales y el hombre burgués. Los escritores buscaban la perfección a través de una poesía descriptiva, basada principalmente en la temática grecolatina.

El Simbolismo es una corriente literaria subjetiva, que concibe el mundo como una trama misteriosa que presenta correspondencias entre los objetos que lo forman.

Para sus representantes, la misión del poeta es sugerir esas alianzas por las que un objeto evoca a otro, con un lenguaje imaginativo lleno de símbolos (figura del discurso que representa un objeto abstracto mediante la mención de un objeto concreto, ej.: el cisne, símbolo de los modernistas, significa la belleza).

Los simbolistas dan al verso efectos musicales y aportan nuevas métricas que conjugan el ritmo, el color y la plasticidad.

Influido por las elaboraciones plásticas de los parnasianos y por las visiones musicales de los simbolistas, el Modernismo realiza su original trabajo artístico con la palabra buscando "la armonía verbal" del verso.



Desarrollo del Modernismo:

En el desarrollo del modernismo, es posible identificar los siguientes momentos: v Iniciación: La primera generación modernista (1882-1896). José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera inician un trabajo de actualización de la lengua, principalmente en la prosa, aunque también en el verso, muy fijos al modelo español. v Culminación: En 1888, Rubén Darío publica su libro Azul. En esta época ya se habían realizado grandes innovaciones en la palabra poética. Por medio de su obra en Chile, Argentina y España, Darío realiza una tarea excepcional, que consolida el Modernismo como movimiento continental y se convierte en su síntesis más brillante, tanto en América como en España. En 1896 se edita Prosas Profanas, el libro de Darío que oficializa el Modernismo en Hispanoamérica. v Continuación: La segunda generación modernista. Consagrado Rubén Darío como jefe de la escuela del Modernismo, cuando ya los iniciadores habían muerto prematuramente, los escritores de esta segunda generación continuarían la obra con sus aportes personales. Ellos son, entre otros, Leopoldo Lugones, Ricardo Jaimes Freyre, Amado Nervo, y Julio Herrera y Reissig.



Las etapas:

De acuerdo con su temática y, a través de ella, y la manera en que el artista "mira" el mundo, se diferencian dos etapas en el desarrollo del Modernismo:

ü Etapa Preciosista: Predominan los temas exóticos y símbolos de la antigüedad. El arte no ejerce un compromiso con l realidad sino que se relaciona con una estética de evasión, se eligen los paisajes versallescos y las innovaciones de la poesía francesa. Está representada por Prosas Profanas. ü Etapa mundonovista: Se valorizan las raíces hispánicas de América y aparece el interés por los temas sociales y políticos de la época. Está representada por el Darío de Cantos de vida y esperanza, por Santos Chocano y el Lugones de Odas seculares.



Características del Modernismo:

Se pueden establecer los siguientes rasgos del Modernismo:

¨ Amplia libertad creadora.

¨ Sentido aristocrático del arte. Rechazo de la vulgaridad.

¨ Perfección formal.

¨ Cosmopolitismo: el poeta es ciudadano del mundo, está por encima de la realidad cotidiana ¨ Actitud abierta hacia todo lo nuevo.

¨ Correspondencia de las artes (aproximación de la literatura hacia la pintura, la música, la escultura).

¨ Gusto por los temas exquisitos, pintorescos, decorativos y exóticos. Se constituyen como temas la mitología, la Grecia antigua, el Oriente, la Edad Media, etc.

¨ Práctica del impresionismo descriptivo (descripción de las impresiones que causan las cosas y no las cosas mismas).

¨ Renovación de los recursos expresivos: supresión de vocablos gastados por el uso; inclusión de vocablos musicales y de uso poco frecuente; simplificación de la sintaxis; aprovechamiento de las imágenes visuales; etc.

¨ Renovación de la versificación: se le dio flexibilidad al soneto. Se prefirieron la versificación irregular, el verso libre y la libertad estrófica, que dio a la silva variedades desconocidas.



Significación del Modernismo:

"Modernismo" es la palabra tomada de los simbolistas y elegida por Darío para designar la fructífera tendencia.

Se ha dicho que el Modernismo representa la inquietud de una época: el final del siglo XIX, el cambio histórico que se refleja en el arte, la religión. Pero el Modernismo literario, más allá de ese contexto cierto, aportará un cambio definitivo en el manejo expresivo del idioma.

Se ha señalado que el Modernismo concreta el sueño de los escritores románticos: diseñar un lenguaje típicamente latinoamericano, reconocido por los mismos españoles.

A veces defendido y otras combatido, el Modernismo es la base sobre la que se desarrollará la literatura hispanoamericana del siglo XIX.

José Martí

Nació en La Habana, Cuba, en 1853. Su vida estuvo signada por la temprana y constante lucha por la libertad de su patria y los valores morales. Sufrió castigos y destierros, por lo que vivió en España y viajó a Europa. Residió temporariamente en países de América latina y se radicó después en USA, donde continuó su trabajo por la resistencia.

Murió combatiendo por su amada isla, en 1895.

A su vida generosa y heroica suma el mérito de ser uno de los

escritores más grandes del continente. Crea un estilo nuevo e inicia, junto con otros, esa voluntad de renovación e independencia verbal que es el Modernismo.

Su estética se basa sobre la creencia en un arte bienhechor. El artista debe ser útil a los hombres. El arte es concebido como un instrumento que puede expresar las emociones humanas y mejorar la sociedad.

Martí escribe porque cree que la escritura es el mejor puñal. Ese puñal que es su verso deviene en flor: posee la fuerza de transmitir lo inefable del alma y las aspiraciones y sentimientos del hombre americano.

Su estilo sencillo: Su escritura es fragmentaria, a causa de su azarosa existencia. En vida, casi no publicó. Sus obras de crítica aparecieron en periódicos (La Nación).

Martí fue un escritor muy original, pero sin rebuscamientos ni excentricidad. En toda su prosa las ideas tienen vigor y dinamismo. Aparece una abundancia de ritmos, reforzada por brillantes metáforas, riqueza de vocabulario, y diversidad de recursos de estilo.

La obra poética: Sus libros de poesía son: Ismaelillo (dedicado a su hijo, que presenta imágenes reveladoras de una nueva sensibilidad), Versos sencillos, Versos libres, Flores del destierro y otros poemas aparecidos en la revista La edad de oro, que él fundó.

La poesía de Martí está llena de gracia y armonía visual y sonora. En el prólogo a Versos sencillos anuncia: "Amo la sencillez y creo la necesidad de poner el sentimiento en formas llanas y sencillas".

La niña de

Guatemala

Quiero, a la sombra de un álamo,

contar este cuento flor:

la niña de Guatemala,

la que se murió de amor.



Eran de lirios los ramos,

Y las orlas de reseda

y de jazmín; la enterramos

en una caja de seda.



Ella dio al desmemoriado

una almohadilla de olor;

él volvió, volvió casado,

ella se murió de amor.



Iban cargándola en andas

obispos y embajadores;

de tras iba el pueblo en tandas,

todo cargado de flores.



Ella, por volverlo a ver,

salió a verlo al mirador;

el volvió con su mujer,

Como de bronce candente

al beso de despedida,

era su frente: ¡la frente

que más he amado en mi vida!



Se entró de tarde en el río,

la sacó muerta el doctor;

dicen que murió de frío;

yo sé que murió de amor.



Allí, en la bóveda helada,

la pusieron en dos bancos;

Besé su mano afilada,

besé sus zapatos blancos.



Callado al oscurecer,

me llamó el enterrador;

¡nunca más he vuelto a ver

a la que murió de amor!







ella se murió de amor.

José Martí (en Versos sencillos).







Rubén Darío

Nació en Metapa, Nicaragua, en el año 1867. Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento.

Fue periodista y diplomático. Hasta 1898 vivió, publicó y actuó en Chile, Centroamérica y la Argentina. En 1898 viajó a España, y vivió en Francia y otros países de Europa.

Murió en León, Nicaragua, en 1916.

Escribió prosa y poesía. Entre toda su producción se destacan tres

obras que ayudan a comprender la evolución del Modernismo: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Los raros, en prosa, y El Canto Errante son otras de sus obras.

Tres Obras:

v Azul (1888): fue su primera obra importante. Publicada en Valparaíso, está constituida por relatos breves y algunos poemas. Significó para su autor el reconocimiento en América y en España. Sus rasgos son: sensualidad, erotismo y musicalidad. En los sonetos que cierran la obra, Darío revela sus preferencias y su cosmopolitismo. v Prosas profanas: fue publicado en Buenos Aires, en 1896. Las variaciones temáticas y las audacias métricas, son tantas que provocaron en América y en España grandes polémicas. Predomina el tema erótico, envuelto en un arte cromático y perfecto. v Cantos de vida y esperanza (1903): Los temas del libro son, entre otros: el paso del tiempo, la misión del poeta, la búsqueda de la fe, la preocupación por el futuro de América, etc. El libro termina con una expresión de temor y duda sobre el misterio de la vida. De contenido diferente, este volumen presenta el mismo cuidado formal y la notable variedad de metros y riqueza de lenguaje que caracterizan al gran poeta.

Sinfonía en gris mayor

El mar como un vasto cristal azogado,

refleja la lámina de un cielo de zinc;

lejanas bandadas de pájaros manchan

el fondo bruñido de pálido gris.



El sol como un vidrio redondo y opaco,

con paso de enfermo camina al cenit;

el viento marino descansa en la sombra

teniendo de almohada su negro clarín.



Las ondas que mueven su vientre de plomo,

debajo del muelle parecen gemir.

Sentado en un cable, fumando su pipa,

está un marinero pensando en las playas

de un vago, lejano, brumoso país.



Es viejo ese lobo. Tostaron su cara

los rayos de fuego del sol de Brasil;

los recios tifones del mar de la China

lo han visto bebiendo su frasco de gin.



La espuma impregnada de yodo y salitre,

ha tiempo conoce su roja nariz,

sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,

su gorra de lona, su blusa de dril.



En medio del humo que forma el tabaco,

ve el viejo el lejano, brumoso país,

adonde una tarde caliente y dorada,

tendidas las velas, partió el bergantín.



La siesta del trópico. El lobo se aduerme.

Ya todo lo envuelve la gama del gris.

Parece que un suave y enorme esfumino

del curvo horizonte borrara el confín.



La siesta del trópico. La vieja cigarra

Ensaya su ronca guitarra senil,

y el grillo preludia un solo monótono

en la única cuerda que está en su violín.





Rubén Darío (en Prosas profanas).



Leopoldo Lugones

Nació en Villa María del Río Seco, provincia de Córdoba, en 1874. Fue periodista y director de la Biblioteca Nacional de Maestros, dependiente del Consejo Nacional de Educación.

Gran renovador de la poesía argentina de comienzos del siglo XX, ha influido en las vanguardias posteriores. Se le concedió el primer Premio Nacional de Literatura. Se suicidó en 1938.

La crítica ha clasificado la obra de Lugones en tres grandes etapas.

Ø Primera etapa: en 1897 publica su primer libro, Las montañas del oro. Es una obra con reminiscencias románticas; en la que el joven poeta socialista denuncia un mundo en caos y de pesadilla, a través de imágenes y metáforas espectaculares, y un vocabulario altisonante, en tono de profeta. En 1905 aparece Los crepúsculos del jardín, tiene un tono apacible y reposado. Se destacan la precisión del lenguaje y el trabajo cuidadoso de la forma. Prevalece una sensualidad que tiñe el paisaje y el amor con un clima de gracia sutil, a través de imágenes coloridas y musicales, al modo de los simbolistas. Otras obras: La guerra gaucha, La fuerzas extrañas, El payador, Cuentos fatales y El ángel de la sombra.

Ø Segunda etapa: En adhesión al centenario de la libertad argentina, Lugones compone en 1910 Las odas seculares, es una obra de temática argentina, en la que se unen el uso de los recursos modernistas con la originalidad lugoniana. El libro fiel está dedicado a su mujer. Escrito en gran variedad de metros, es un homenaje al amor conyugal, de tono intimista, que alude también al tema de la muerte. Esta etapa se completa con El libro de los paisajes, en él continúa la temática argentina iniciada en Las odas seculares.

Ø Tercera etapa: está representada por obras con ecos de la tierra natal, de las tradiciones de los antepasados, de donde se exaltan valores criollos colectivos como el coraje, el amor y la fe. Se inicia con: Las oras doradas, Romances solariegos y Romances de Río Seco, en el que es centro geográfico y poético el pueblo natal. Lugones recrea el patrimonio simbolista-modernista para renovar toda la poesía continental.



Salmo pluvial

Tormenta

Érase una caverna de agua sombría el cielo;

El trueno, a la distancia, rodaba su peñón.

Y una remota brisa de conturbado vuelo

Se acidulaba en tenue frescura de limón.

Como caliente polen exhaló el campo seco

Un relente de trébol lo empezó a llover.

Bajo la lenta sombra, colgada en denso fleco.

Se vio al cardal con vívidos azules florecer.

Una fulmínea verga rompió el aire al soslayo;

Sobre la tierra atónita cruzó un pavor mortal;

Y el firmamento entero se derrumbó en un rayo;

Como un inmenso techo de hierro y de cristal.



Lluvia

Y un mimbreral vibrante fue el chubasco resuelto

Que plantaba sus líquidas varillas al trasluz,

O en pajonales de agua se espesaba revuelto,

Descerrajando al paso su pródigo arcabuz.

Saltó la alegre lluvia por taludes y cauces;

Descolgó del tejado sonoro caracol;

Y luego, allá a lo lejos, se desnudó en los sauces, Transparente y dorada bajo un rayo de sol.

Calma

Delicia de los árboles que abrevó al aguacero.

Delicia de los gárrulos raudales en desliz.

Cristalina delicia del trino del jilguero.

Delicia serenísima de la tarde feliz.



Plenitud

El cerro azul estaba fragante de romero,

Y en los profundos campos silbaba la perdiz.

Leopoldo Lugones (en El libro de los paisajes).


EL ROMANTICISMO.

Para los neoclásicos lo primordial fue la razón. Se admitía que la vida y la sociedad eran imperfectas, pero dentro de ellas el hombre debía alcanzar su perfección moral guiado por la razón. En cambio, la actitud moral y sentimental de los románticos es de insatisfacción ante la vida y el mundo. Se rebelan contra todo y aspiran a algo superior, sin saber siempre qué es. A esta situación e desencanto contribuye la pérdida de la fe en el papel rector de la razón. Adquieren gran importancia la imaginación y la sensibilidad personales. La imaginación permite al romántico evadirse de la realidad y tender hacia un mundo de ensueños, ideal e indeterminado. Un hermoso ideal, generalmente irrealizable. De ahí proviene la disociación entre lo ideal y lo real.
El Romanticismo es un especial estado de alma de hombres jóvenes. Incluso el destino del romanticismo fue no superar la juventud de los románticos. Muchos de ello dejaron de existir tempranamente: Novalis, Shelley, Keats, murieron antes de cumplir los 30 años; Larra y Nerval se suicidaron; Hölderlin se enajenó en el mundo de la locura. Fueron hombres sensibles, capaces de conmoverse ante la naturaleza y el arte. Poseedores de un ardiente y apasionado corazón que vibró con el amor. Guiados por la imaginación y la sensibilidad el lugar de la equilibrada razon, se sintieron impulsados hacia las más nobles causas humanas, por ejemplo el patriotismo, la independencia, la libertad, la justicia.
Los románticos se diferenciaron de los neoclásicos hasta en el aspecto físico: de contextura delgada, barba, flotante cabellera, rostro pálido y ojos lánguidos. Las mujeres se pintaban el rostro para acentuar la palidez de éste y bebían vinagre con el fin de verse demacradas, lívidas y ojerosas. Algunas innovaron en las vestimentas y se vistieron de hombres y fumaron puros, como George Sand. Para ella, padres y maridos representaron una tiranía contra la cual era necesario rebelarse.
El deseo de evasión de la realidad, llevó a los románticos a un excesivo individualismo. Cada sujeto se sintió centro del mundo y consideró sus derechos más importantes que los del grupo social.. De este deseo de evasión provino el sentimiento de soledad y la búsqueda de la naturaleza, pues lejos de las ciudades y del contacto con los demás hombres, el yo individual puede manifestarse libremente. Bosque, montaña y mar fueron los escenarios adecuados para el alma del romántico.


ORIGEN DE LA PALABRA “ROMANTICISMO”.
Según algunos, el origen de la palabra Romanticismo proviene del término francés roman, que significa novela. De acuerdo con esto, el término romántico aludiría a lo novelesco, a la ficción. Para otros, el término romanticismo deriva del vocablo romance, refiriéndose al período medieval en que se constituyeron las lenguas populares derivadas del latín vulgar, el romance castellano, por ejemplo.


CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO.

a.- La idea de libertad: El Romanticismo es una reacción en contra del Neoclasicismo. El dominio de la razón sobre la fantasía, es reemplazado por la libertad creativa.
b.- La exaltación del yo individual: En el siglo XVIII neoclásico la voluntad del rey se imponía sobre la opinión de sus súbditos. En cambio, los postulados de la revolución francesa hicieron variar la situación.. Ellos fueron las ideas inspiradoras del Romanticismo, que propugnó una exagerada valoración de la propia personalidad. Para el hombre romántico, el ideal de vida es el que permite la expresión de la personalidad de cada individuo, característica que se une al espíritu de rebeldía.
c.- El espíritu de rebeldía: Las ansias de libertad se traducen en un espíritu de rebeldía, que se observa en numerosos personajes literarios, todos ellos aventureros y rebeldes. Señalaremos como ejemplo a Don Juan Tenorio, protagonista del drama escrito por el español José Zorrilla. Don Juan se rebela contra las normal morales y prejuicios sociales de la época:
“ Por donde quiera que fui,
la razón atropellé,
la vida escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí”
Aquí se sintetiza el espíritu de rebeldía y de exaltación del yo.
d.- Subjetivismo y melancolía: El romántico es libre y desde esa perspectiva personal debe enfrentar al mundo. La obra literaria también depende de esa visión y se manifiesta a través del lenguaje. Los románticos no siguen las normas de ordenación lógica y racional de las neoclásicos.
e.- Sentimiento de soledad: El choque entre realidad exterior y realidad soñada lleva al hombre romántico a una lucha constante dentro de sí mismo. De la oposición entre la fantasía y la realidad surge el sentimiento de soledad.
d.- Proyección del sentimiento en el paisaje: Para el artista romántico, el paisaje es una proyección de su estado anímico, es decir un reflejo de su espíritu. Para los románticos, la naturaleza es amiga y confidente de sus desventuras, amores desengaños y alegrías. Concordando con los sentimientos del artista, está radiante, triste, serena o misteriosa.
g.- Lo sentimental: El romántico relega a un segundo plano la sujeción a normas y permite la manifestación de una interioridad, en forma libre, atendiendo a su propia voz interior.
h.- Valoración de nacional y popular: Tal como el hombre romántico necesita afirmar su yo, las naciones precisan destacar los valores propios que las diferencien de otras comunidades humanas y las identifiquen. Esto explica en España, Inglaterra, Alemania y Francia el retorno a la tradición de cada país, en la que se espera encontrar los rasgos peculiares de la idiosincrasia.
i.- Exaltación de la imaginación: El artista romántico pretende lograr que también el receptor se refugie en otro mundo. Para ello hará que la imaginación del lector vague por los rincones de la fantasía y sea capaz de componer en su mente espacios y tiempos diferentes a los de la realidad.


EL ROMANTICISMO EN EUROPA.

Fue un movimiento espiritual y artístico que prevaleció en la cultura entre fines del siglo XVIII y finales del XIX. Fue una reacción frente al racionalismo y al clasicismo, filosóficamente supone una nueva valoración de la conciencia, en la que el sentimiento tiene un lugar preponderante: éste inspira una visión trágica de una realidad inalcanzable, una aguda percepción individual de la naturaleza y sobre todo una fuerte pasión por la libertad. La conciencia individual se prolonga en la colectiva por medio del nacionalismo o populismo.
Muchos son los factores necesarios de investigar para configurar el verdadero origen del romanticismo en Europa: reacción europea contra la invasión napoleónica; conciencia patriótica ante la posibilidad de tal invasión: Italia contra Austria, etc. Más que tendencia literaria o artística, el Romanticismo es un concepto de vida distinto que se gestó en Europa dentro de los márgenes del siglo XVIII, más o menos en el año 1835, y que no tuvo más de veinte años de duración.

Inglaterra y Alemania.
En Inglaterra y en Alemania se manifestó simultáneamente, contando la última con tres escuelas: la primera a fines del siglo XVIII es mejor representada por los hermanos Federico y Guillermo Schlegel. La segunda, Brentano y Jones, y la tercera, por Wilhelm, Lessing, Herder, Goethe y Schiller, entre otros. En Inglaterra no hubo escuelas, pero sí diferencias entre el grupo de Wordsworth, Claridge y Southey, y el de Walter Scott, Lord Byron y Shelley.

Francia.
También en Francia se desarrolló en dos períodos: en 1827 representado por Chateaubriand, Lamartine, Vigny y M. Stael, y en 1830, representado por Víctor Hugo, Balzac, Baudelaire, Flaubert, Leconte de Lisle, Alejandro Dumas, etc.


GENEROS LITERARIOS DURANTE EL ROMANTICISMO.

En otro sentido, el Romanticismo es la claudicación de las ideas neoclásicas, fenómeno que se dio en las tres unidades del teatro, como también en la imitación de la antigüedad clásica que cambiará por la admiración hacia la Europa medieval y cristiana. Y este fenómeno es relevante, porque si en algo esta nueva corriente es coincidente es en su nacimiento cristiano, aunque luego evolucionó hacia el liberalismo.
Durante el Romanticismo los géneros más cultivados fueron la lírica, el drama, la novela sentimental e histórica, los relatos de viajes y la leyenda, siendo el más predominante la lírica, y esto debido a que frente a la literatura clásica fundada en la razón, el romántico antepone su actitud egocéntrica, basada en su yo único desde el cual parte y hacia el cual llega: le gusta su propia concepción de vida y arte, que le sitúan como amante de una naturaleza en toda la voluptuosidad que ésta conlleva. Del mismo modo, aprecia de los pueblos sus leyendas, folclore y rasgos más característicos; propende al culto de lo histórico y lo arqueológico, tratando de ver en ello un sentido patriótico y tradicionalista. Las ruinas del pasado interesan al poeta como una evocación o como una leyenda. Se buscan lenguas antiguas y renacen las literaturas nativas, como la flamenca, la provenzal y la catalana.


ROMANTICISMO ESPAÑOL Y PRINCIPALES REPRESENTANTES.

El término romántico proviene desde 1659 cuando lo empleó como adjetivo (romantik) el inglés Enrique More, para señalar libertad en algo. Años más tarde se empieza a aplicar en España, constituyéndose definitivamente entre 1814 a 1818.
En España, el romanticismo alcanza su apogeo con el estreno de Don Álvaro (1835) del Duque de Rivas, fecha en la cual se señala su comienzo. España no opuso resistencia al movimiento romántico, aun cuando el neoclasicismo estaba muy arraigado. Pero las características libertarias, individualistas y de evasión de la relación hacia un mundo de sueños y esas cosas, tenían mucho que ver con la sicología del español, que incluso desde antes ya las venía aplicando: la polimetría dentro de una misma trama, la mezcla de lo cómico y lo trágico y el repudio al rigor clásico (las tres unidades del drama) era un episodio que los españoles ya habían superado.
Contribuyen enormemente a que se introduzca el romanticismo en la península, la famosa polémica de Böhl de Faber (que lo defiende) y la vuelta de los emigrados que habían escapado de Fernando VII y que cuando volvieron traían las nuevas ideas románticas de Londres y París, las que se encargaron de divulgar en su país. Los principales representantes del romanticismo en España son Ángel de Saavedra, Duque de Rivas (1791-1865), Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873), José Zorrilla y Moral (1817-1893), José de Espronceda (1808-1842).


EL ROMANTICISMO EN AMERICA Y SUS CAUSAS.

Al finalizar el primer tercio del siglo XIX, en hispanoamérica comienza a perfilarse la presencia de la corriente romántica, proveniente de Europa, especialmente de Francia. Apreciada desde la perspectiva histórica de hoy, esta influencia se ve decisiva, pues ella modeló las generaciones de hispanoamericanas que estructuraron intelectual y socialmente las naciones recién independizadas.
La independencia de los pueblos hispanoamericanos significó el rompimiento con toda una estructura político-social vigente hasta ese momento y la búsqueda del camino para cada nación. Precisamente en el instante en que los pueblos se diferenciaban, nacían las literaturas nacionales. Estas, por tanto, tuvieron una misión específica que cumplir dentro de la sociedad. La literatura pasó a ser, entonces, el vehículo de expresión de cada una de las naciones: comentaba errores, propagaba los nuevos ideales, estimulaba la perfección moral y aconsejaba el mejoramiento de la vida republicana. A través de la literatura se pretendía modificar o estimular una conducta social. Por ello la literatura hispanoamericana de ese momento es eminentemente costumbrista: describe personajes y ambientes característicos, expresa necesidades y anuncia un futuro en que las esperanzas se harán realidad.
La literatura romántica en hispanoamérica tiene un carácter progresista. Por cuanto a través de ella se intenta hacer más perfecto al hombre y se pretende explicar dónde escriba la más auténtica originalidad de cada nación: en sus sentimientos, ideas, costumbres, paisajes, etc.
Era ése un momento de aprendizaje y de formación y, por tanto, la etapa en que se busca una identidad personal y social. Por eso mismo, se puede afirmar que en hispanoamérica no existió un período netamente romántico como el europeo, sino que se dio mezclado con el Realismo; es lo que se conoce con el nombre de Romántico-Realismo.
Entre las características del romanticismo europeo y el romanticismo americano hay algunos puntos de encuentro como también grandes diferencias. En Europa, el romanticismo nació fundamentalmente como respuesta al neoclasicismo (entre otras razones puntuales); sin embargo, en América sus motivaciones son prioritariamente políticas.
La respuesta al criterio estricto que regía al neoclásico hizo al europeo volver la vista a su pasado histórico para encontrarse con la raigambre propia de cada país y de este modo revestir de identidad su literatura. El americano, en cambio, no tenía este punto de referencia, puesto que su pasado literario era corto, además de desconocido se sabía muy poco de literatura indígena y no había con ella una ligazón de raza ni de cultura. No eran los americanos los continuadores de ninguna corriente, sino más bien un mundo nuevo que recién nacía como independiente de las amarras políticas de sus colonizadores y, esto sí que los motivaba para generar una suerte de literatura diferente, propia que los identificase con su ambiente, su paisaje y su realidad. En este sentido, cuando pregonaban un nuevo estilo (antagónico al neoclásico) era porque mentalmente “ se sumaban a ejércitos lejanos”.
Pero aunque el origen de esta tendencia es disímil, existe semejanza en el objetivo de sus quehaceres: románticos europeos y románticos americanos estaban interesados en proporcionar identidad nacional a su literatura. Los europeos, porque estaban cansados de la constantes imitación del neoclásico al clásico y los americanos cansados de imitar a los europeos, pero como es imposible que la raza humana pueda crecer desvinculada, es obvio concluir que América no podía coincidir con el otro continente en un mismo movimiento casi en la misma época. Por esto es fácil deducir una realidad de hechos, como que el romanticismo, si bien por otras circunstancias nació en Europa y se adoptó y “adaptó” en América”. En Europa, desde los años 1830 en adelante, y en América, pocos años más tarde.

El subjetivismo Romántico.
En una primera instancia, los hispanoamericanos se dividieron entre los que seguían fieles al neoclasicismo, discutiendo que la nueva moda era un atentado al orden existente y que promovía al desorden y al caos en un exceso de libertinaje, y que los que reclamaban libertad absoluta. Y también había aquellos que comenzaron resistiéndose, pero que finalmente fueron cautivados por la novedosa tendencia, como por ejemplo Andrés Bello de Venezuela.
La novedad de esta tendencia tenía la atracción de proponer al artista la expresión de su subjetividad; de sacar de su interior una reflexión acerca de sí mismo: el hombre vuelve los ojos hacia sí para volcar todo lo que él encierra, aun con lo complejo que esto fuera, dejando de lado cualquier norma o precepto por lograr este objetivo. Con respecto a esto, los neoclásicos no concebían que se tomara por inspiración el desorden, por gracia la incorrección gramatical y por muy profundas las cosas a medio decir, y esto porque la fuente inspiradora del romanticismo era el YO y su entorno. Todo lo que importaba eran los dictados de su vida individual mas que los de alguna razón universal. Se siente el centro del mundo pero al mismo tiempo inmerso en él, sentimiento que reproduce como que una armonía indefinida y vaga.
El paisaje cobró marcada importancia y dentro de él, se trató de restituir un pasado histórico desconocido: por esto su mirada se centró en la Colonia y por ello nació un nuevo género, el indianismo, con una proyección literaria basada en la leyenda. Lo importante para el romántico era hablar de su naturaleza y no de la naturaleza como lo hacían lo europeos.


EL LENGUAGE ROMÁNTICO

El romanticismo británico, a la sombra de la novela gótica y de las narraciones sentimentales, fue el primero en aparecer, con algunas peculiaridades que lo diferencian del continental. Los primeros poetas románticos británicos fueron los llamados lakistas. En Francia también surgió el movimiento, pero donde alcanzó su máxima expresión fue en Alemania. El romanticismo literario evidenció dos corrientes: una tradicionalista y conservadora, y otra rebelde e individualista.


EL ARTE ROMÁNTICO

Durante el Romanticismo el arte se convirtió en la exaltación de los sentimientos y de la individualidad de cada país, convirtiéndose en una ideología nacionalista. Los artistas rompen con los moldes tradicionales y crean la libertad de pensamientos e ideas. Los principales representantes del arte romántico fueron: Goya, Turner, Constable y otros.


LA MÚSICA ROMÁNTICA

Aparece la música de Cámara que traduce los estados de ánimo del creador y el Concierto Sinfónico, cuya energía pone al artista o su idea como el héroe de su drama. El piano adquiere gran relevancia. Las orquestas interpretan con todos sus instrumentos los sentimientos del músico. La voz juega un rol preponderante y existe aceptación por la variedad de tonalidades y armonías.
Bethoveen, Weber y Schubert dan impulso al romanticismo alemán en el siglo XIX, ellos fueron seguidos por los integrantes de la "generación de 1810".
El romanticismo musical se extiende a otros países con compositores como Chopin, Liszt, Berlioz, en quienes este movimiento adquiere formas distintas e incluso individuales.
En su creación el artista romántico intenta afirmar su personalidad y dejar de lado la tradición o ciertos elementos de ella. De esta manera, el creador permanece unido a su obra, explicándose de este modo algunas composiciones que surgieron a raíz de presiones literarias, o a causa de algún acontecimiento o una visión de generación de 1810.
Esta expresión agrupó a los músicos nacidos hacia esa fecha, como Schumann, Mendelssonn, Liszt y Chopín, pero sus personalidades son diferentes. Chopin, pianista célebre, compone casi con exclusividad para su instrumento. Liszt, fue un virtuoso del teclado, escribe música sinfónica y religiosa, Schumann, cuya carrera se vio quebrantada por una parálisis parcial, compone ciclos de "piezas para piano" y muchos "lieder".
Mendelsson logra conciliar su variada creatividad actuando como animador musical en Alemania. Después de la generación de 1810 aparece Brahms que permanece apegado a los procedimientos de los románticos, sin embargo hace innovaciones en el lenguaje ,que será más denso y complejo, entre sus creaciones destacan la "música de cámara" y gran cantidad de "lieder".
Más allá de sus convicciones puramente estéticas, el músico romántico considera que es un guía de una sociedad con la que vive en conflicto. Como los creadores de otras artes, militan para obtener un mundo nuevo. Berlioz y Schumann combaten el "mal gusto" y las costumbres que éste engendra. Muchos se interesan por los movimientos revolucionarios y toman partido con las corrientes nacionalistas que están naciendo, en ellas se inspiran y de ellas sacan los temas folclóricos de sus naciones de origen: es el caso de exiliados como Chopin, oriundo de Polonia ,o de Liszt, nacido en Hungría . En otros casos llevan a cabo una lucha tesonera en su propio país, como lo hicieron Wagner en Alemania, ver terminada. Además, son muchos los compositores que deciden dar un título a su composición o incluso un recitado dramático. Aparece pues, el poema sinfónico como una de las innovaciones más importantes de este movimiento. El gusto por el individualismo produjo creatividad y brillantez. 

TOMADO DE:
http://wilfredoruben.galeon.com/mascotas1118399.html


 

martes, 30 de octubre de 2012

El modernismo
El movimiento literario y artístico llamado el modernismo empezó en 1880 y duró hasta aproximadamente 1910. Los modernistas lograron una identidad literaria completamente nueva por rechazar lo convencional de los movimientos anteriores. En el nuevo sentido del << arte por el arte>>, el objectivo principal del modernismo era la pureza estética y la búsqueda por la belleza absoluta. La inspiración modernista derivó de la antiguedad greco-romana y del Lejano Oriente. El modernismo hispanoamericano se basó en las ideas de los parnasianos, que fundaron una escuela literaria durante la segunda mitad del siglo XIX que enfatizó la separación entre el arte y la política. Aunque esta división no se estableció completamente en Latinoamérica por los autores y activistas como José Enrique Rodó, el modernismo se enfoca por gran parte en el valor del arte misma y no el contenido social o político de la literatura.
Jefe honra, pintado por Alejandro Xul Solar, Argentina, 1923; Collection Marion & Jorge Helft, Buenos Aires

La primera fase y José Martí
Se dividió la época modernista hispanoamericana en dos fases principales. La primera se extendió de 1880 a 1910 y representó el fuerte deseo latinoamericano de liberarse literalmente y separarse ideológicamente del dominio español.
Muchos críticos consideran a José Martí como el iniciador del movimiento modernista. Su obra refleja la gloria de su patria cubana en vez de las cosas lejanas y exóticas que caracterizan la poesía de otros modernistas. Martí nació en La Habana y luchó por la independencia de Cuba por la mayoría de su vida. Por sus actividades subversivas Martí fue desterrado dos veces a España donde comenzó a escribir Versos libres y Flores del destierro, dos colecciones de poemas publicadas póstumamente. Aunque Martí escribió en un estilo muy personal y enfocó en muchos temas románticos como la libertad y el amor, se considera modernista por su gran afán de la belleza.
José Martí.

Poesía de Martí
Yo soy un hombre sincero. . .
Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.
Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy.
Yo sé los nombres extraños
de las yerbas y las flores,
y de mortales engaños,
y de sublimes dolores.
Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.
Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas.
He visto vivir a un hombre
con el puñal al costado,
sin decir jamás el nombre
de aquélla que lo ha matado.
Rápida, como un reflejo,
dos veces vi el alma, dos:
cuando murió el pobre viejo,
cuando ella me dijo adiós.
Temblé una vez- en la reja,
a la entrada de la viña,-
cuando la bárbara abeja
picó en la frente a mi niña.
Gocé una vez, de tal suerte
que gocé cual nunca: -cuando
la sentencia de mi muerte
leyó el alcaide llorando.
Oigo un suspiro, a través
de las tierras y la mar,
y no es un suspiro, -es
que mi hijo va a despertar.
Si dicen que del joyero
tome la joya mejor,
tomo a un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.
Yo he visto al águila herida
volar al azul sereno,
y morir en su guarida
la víbora del veneno.
Yo sé bien que cuando el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.
Yo he puesto la mano osada,
de horror y júbilo yerta,
sobre la estrella apagada
que cayó frente a mi puerta.
Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hierre:
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.
Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo, como el diamante,
antes que luz es carbón.
Yo sé que el necio se entierra
con gran lujo y con gran llanto.-
Y que no hay fruta en la tierra
como la del camposanto.
Callo, y entiendo, y me quito
la pompa del rimador:
cuelgo de un árbol marchito
mi muceta de doctor.
*<<Yo soy un hombre sincero. . . >>, José Martí; Texto y vida; Introducción a la literatura hispanoamericana ed. Bárbara Mujica, Fort Worth: Harcourt Brace Jovanovich College Publishers, 1992. (1) Malembo, The God of the Crossroads, 1943; pintado por Wifredo Lam, Cuba; Collection Mr. and Mrs. Joseph R. Shapiro, Oak Park, Illinois.
(2) Oque Orisi, 1944; pintado por Wifredo Lam, Cuba; Private Collection, New York.

La segunda fase y Rubén Darío
La segunda fase del modernismo comenzó en 1888 con la publicación de Azul, la pequeña colección de poemas y cuentos escrita por el nicaraguense Rubén Darío. Esta fase se caracterizó por la afirmación de una conexión entre Latinoamérica y España. El espíritu de panamericanismo que existió durante la primera fase se rompió por la intervención excesiva de los Estados Unidos en los asuntos nacionales de los paises latinoamericanos. Por su hostilidad hacia su vecino norteamericano estos paises se unieron para enfocar en los legados que habían heredado de su país maternal de España. Además del estilo tan original de Darío, se notan también la musicalidad y las imágenes exóticas y delicadas en los poemas de Azul. Sus obras más conocidas son Prosas profanas (1896) y Cantos de vida y esperanza (1905).

Poesía de Darío
El sueño de Doña Marina 2, 1977; pintado por Alberto Gironella, México; Centro Cultural/Arte Contemporáneo, la Ciudad de México.

Sonatina
La princesa está triste. . . qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-Calla, calla, princesa- dice el hada madrina,-
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
*<<Sonatin>>a, de Prosas profanas y otros poemas; Rubén Darío
TOMADO DE :  http://home.wlu.edu/~barnettj/Holding/01/phillipsg/sigloXX_modernismo.htm

lunes, 29 de octubre de 2012

LENGUA Y ESTILO EN LA PROSA DE JOSÉ MARTÍ
 

Evarista Ramírez Lafont
Teresa Beltán Vigó
evaristaramirez@yahoo.es
 


 
Estudiar a José Martí significa aprovechar una de las mejores oportunidades para la comprensión del proceso histórico y cultural, no solo de Cuba, sino de Latinoamérica. Los estudios sobre la literatura hispanoamericana y cubana señalan que, en las postrimerías del siglo XIX, más exactamente en su último tercio, se inicia en esta región del continente, un movimiento renovador en el campo de las letras, que se denominó “Modernismo”, y que alcanzó su más alto quilate en el campo de la poesía.
Esta voluntad de cambio, de búsqueda de nuevas formas de expresión, tuvo sus primeros brotes en varias naciones simultáneamente; algunas tienen el honor de haber sido las iniciadoras; y otras, el mérito de haberl elevado a su máximo esplendor los nuevos modos expresivos.




Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Ramírez Lafont y Beltán Vigó: Lengua y estilo en la prosa de José Martí, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, mayo 2009, www.eumed.net/rev/cccss/04/rlbv.htm
La pléyade de escritores que encabezan el movimiento modernista en Latinoamérica no es amplia; fueron solo siete autores, considerados como poetas y prosistas a la vez, y que representan a sus respectivos países en esa búsqueda de nuevos horizontes en la creación literaria. En este quehacer se incluye Cuba, pues en el Caribe no es amplia su repercusión. Los autores encargados de traer a la literatura de la región lo nuevo:
Cuba - Julián del Casal (1893)
Cuba - José Martí (1895)
México - Manuel Gutiérrez Nájera (1895)
Colombia - José Asunción Silva (1896)
Uruguay - Julio Herrera y Reissig (1910)
Nicaragua - Rubén Darío (1916)
México - Amado Nervo (1919)
Coincidentemente cuatro de ellos mueren en la última década del siglo. Cuba pierde sus voces mayores con la muerta de Martí y Julián del Casal; también Colombia sufre la ausencia de José Asunción Silva, y México, la de Manuel Gutiérrez Nájera. Después de 1896 solo tres países continúan el rumbo trazado por el Modernismo, único hecho cultural que logró invertir la dirección del influjo en la relación entre Europa y América.
Los críticos que se han ocupado del análisis de la creación literaria de José Martí, en los últimos treinta o cuarenta años, han demostrado que fue Martí el primero no solo en postular los principios de la nueva orientación estética que cambiaría el panorama de las letras en la América hispana, sino que, simultáneamente, ya venía introduciéndolos tempranamente en su práctica escriturar, durante el período de su estancia en México y Guatemala (1875- 1877). En esta etapa ya Martí exhibe una prosa rica y profunda por las ideas que expresa; pero, sobre todo, hermosa y auténtica por la forma de expresión que emplea para el tratamiento de cualquier tema de la realidad que lo rodea. Martí ya exhibe una prosa llena de vigor que se nutre de la dramática realidad de los pueblos del “sur del río Bravo”, y de la preocupación que tenía este intelectual, y político visionario, sobre el destino de estos pueblos en su relación con “el gigante de las siete leguas”.
Muestra de esa prosa renovada son sus crónicas periodísticas, escritas para la opinión pública hispanoamericana, a través de los órganos de prensa de mayor audiencia en la región:
La Opinión Nacional (Caracas)
La Nación (Buenos Aires)
El Partido Liberal (México)
La República (Honduras)
De 1881 son sus principales enunciados teóricos expresados, en primera instancia, en el segundo número de la Revista Venezolana, que fue fundada por él en ese año. En ella defendió el derecho que tienen los escritores de hacer uso del color, el simbolismo y la musicalidad, elementos que caracterizaron a la poesía francesa de la época y que él conocía muy bien.
1875 es el año en que, según el criterio general de los analistas de la obra martiana, Martí comienza a emplear en sus escritos, símbolos y colores de profunda connotación tales como: azul, blanco, oro, luz, porcelana, mármol, yugo, estrella, sol, etc. Como se puede observar, todos estos elementos nos llevan a evocar un campo semántico que tiene un vórtice, una idea central: la pureza, lo auténtico, lo incorruptible, lo resistente, lo hermoso; como lo es su propia ética y que van a ir marcando uno de los rasgos de su estilo propio.
El papel de Martí en ese renovación denominada Modernismo ha desatado muchas polémicas entre los estudiosos de su obra: Federico de Onís (1961), Juan Marinello (1965), Ángel Rama (1974), Roberto Fernández Retamar (1975) e Iván Schulman (1969), entre otros, y que, por razones obvia, no entraremos aquí en el análisis de los diferentes puntos de vista al respecto.
Lo que sí ha quedado claro es que la labor renovadora de Martí es de un alcance que va más allá de la literatura, se extiende a otras dimensiones de la sociedad: histórica política, ética, ideológica, educativa, etc. Para Martí el cambio que se necesitada no era solo de forma sino, sobre todo, de esencia. Por eso en 1881 escribirá: “…No habrá literatura hispanoamericana hasta que no haya Hispanoamérica”.(1)
Cómo llega José Martí a forjarse un estilo, una manera de escribir, que ha dado quehacer a sus lectores, tanto contemporáneos suyos como actuales.
La formación humanista que recibió José Martí, se inicia desde las enseñanzas de su maestro Rafael María Mendive y se van enriqueciendo hasta alcanzar sus títulos académicos, primero, de Bachiller, y luego, los de Licenciado en Derecho Civil y Canónico, y Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (en el breve lapso de un año y medio (mayo de 1973- octubre de 1874). Tantos frutos en tan poco tiempo nos habla de su acelerado desarrollo intelectual y de su madurez en el aspecto intelectual. Esta formación le permitió adquirir una conciencia de la importancia que tiene el esmero en el uso del idioma, de la lengua, lo que sería en lo adelante, su principal arma para lograr los altos objetivos que se proponía.
Múltiples son las reflexiones que hizo José Martí sobre el uso de la lengua; muestras de ello son las siguientes:
“¡Oh!, la palabra, como viento que enciende, saca las llamas del espíritu al rostro (…) Mas la palabra tiene alas, y vuela caprichosa, y se entra en mundos ignorados e imprevistos”.(2)
“No hay como esto de saber de dónde viene cada palabra que se usa, y qué lleva en sí, y cuanto alcanza, ni hay nada mejor para agrandar y robustecer la mente que el uso esmerado y oportuno del lenguaje”.(3)
Martí tenía conciencia de lo difícil que resultaba su estilo al lector común; al respecto, expresó:
“(…) las sinuosidades de mi estilo, inevitables, por la armazón en que me ocurre el pensamiento”.(4)
Él mismo reconoce en estas palabras que su escritura es compleja, lo cual está dado, fundamentalmente, por dos factores que, en nuestro juicio, son los fundamentales: PRIMERO, la vastedad de su cultura que le permite establecer, constantemente, profusas relaciones intertextuales entre los más diversos campos del conocimiento, especialmente, la historia universal, la literatura y el arte; tres elementos que, integrados forman la base sustentadora de la amplia cultura que poseyó José Martí.
Martí contribuyó al aporte que hizo la América hispana a la lengua española, a partir de sus innovaciones y la legitimación de lo más puro de las raíces hispánicas, enriqueciéndolas con los elementos propios de la nueva realidad insurgente, de la América nuestra. Vivencias, conocimientos, motivaciones, emoción, y principios éticos profundos, están en la base de todo lo que escribió Martí en los diferentes géneros que cultivó: la crónica periodística, el ensayo, la poesía, la oratoria, el cuento, el teatro, la novela, el arte epistolar y, el apunte o notas ocasionales.
En la obra martiana se observa un estilo propio, inconfundible; cuando se lee una frase suya, una idea o una página entera, sobre cualquier tema, el lector entendido en la materia reconoce la presencia del Maestro, sin haber indagado antes sobre quién es el autor de lo que lee. Es que Martí logró un estilo, una manera peculiar de expresar sus ideas tanto en la lengua oral como escrita. Pues, el estilo de un escritor es su sello personal; es la manera propia que tiene de hacer y expresarse como individualidad humana y como sujeto social, lo cual se acentúa aún más en escritores y artistas cuya personalidad se revela con gran fuerza en toda su creación. Pero en Martí se integran esas cualidades y algo más; fue un pensador profundo, un político con visión de futuro y un sociólogo atinado.
SEGUNDO: la complejidad de la escritura de José Martí que es reconocida por los especialistas que se han dedicado y se dedican al estudio de este tema. Hay consenso sobre que lo que caracteriza su manera de escribir es la conjugación de elementos diversos, lo cual hace que el lector común al enfrentarse al texto martiano, muy frecuentemente, encuentre una barrera: la sintaxis, la manera peculiar de componer el período oracional en el cual son frecuentes las extensas oraciones psicológicas y el uso, muy marcado, del hipérbaton; por ello la lectura de la prosa con estas características se torna difícil, si el lector no está bien entrenado y conoce estos rasgos del uso del lenguaje en José Martí. A pesar de ello, hoy contamos con anécdotas sobre la magia del verbo martiano que han pasado a ser antológicas, porque nos hablan del poder de persuasión que tenía José Martí. Así lo confirman los ejemplos siguientes:
(…) Un mambí exclama: “¡No lo comprendíamos, pero estábamos dispuestos a morir por él! “ Otro asegura: “Me glorifico de haber nacido tan solo por placer de haberlo oído”.Un tercero, capitán del Ejército Libertador, declara:” Su decir era prodigioso sus palabras parecía que venían de un ser sobrenatural”, (5)
En su discurso del 10 de Octubre de 1990, Martí expresó:” Las palabras deshonran cuando no llevan detrás un corazón limpio y entero. Las palabras están demás cuando no fundan… “ (6)
Hay en estas ideas una tácita alusión a su propia manera de de escribir, tiene conciencia de que su estilo causa asombro, tanto por las ideas como por la forma; por eso aclara:
“De esmerado y pulcro han motejado algunos el estilo de algunas de las sencillas producciones que vieron la luz en nuestro número anterior”.(7) Se está refiriendo al primer número de la Revista que había fundado en Venezuela en 1881. Y, seguidamente, se pregunta: “¿cuándo empezó a ser condición mala el esmero? Solo que aumentan las verdades con los días, y es fuerza que se abra paso esta verdad acerca del estilo: el escritor ha de pintar, como el pintor. No hay razón para que uno use de diversos colores y no el otro. Con las zonas se cambia de atmósfera, y con los asuntos de lenguaje. Que la sencillez sea recomendable, no quiere decir que se excluya del traje un excelente adorno.” (8)
En su manera de emplear el lenguaje Martí combina lo puramente castizo con nuevas maneras de expresión; por eso es que en toda su escritura podemos encontrar, indistintamente, arcaísmos y neologismos; ideas cuya elaboración se hace a través de la síntesis, la sentencia, lo aforístico, provocando una sintaxis breve y concisa; y otras, en las que se acude a una construcción de carácter argumentativo y, por tanto, la sintaxis es extensiva, por el uso de la subordinación, como el elemento gramatical fundamental en la estructuración del período u oración psicológica. En síntesis, en la prosa martiana se combinan los períodos largos y breves o cortos, según prefiera el autor, a la hora de comunicar con la intención de que llegue al destinatario lo más clara y precisa posible.
Conocedor profundo de la lengua española, Martí pudo manejarla con la soltura que nadie ha podido igualar, ni entre los contemporáneos suyos ni después; en este sentido, Martí no ha tenido continuador.
Para él la precisión en el lenguaje es de suma importancia: “el lenguaje ha de ser matemático, geométrico, escultórico. La idea ha de cuajar exactamente en la frase, tan exactamente que no pueda quitarse nada de la frase sin quitar eso mismo de la idea.” (9)
En estas palabras subyace la voluntad, la decisión consciente que lleva a José Martí a escribir de la manera que lo caracteriza; por eso es que logra acuñar ese estilo que lo identifica en la misma medida que lo enaltece, a tal punto, de haber sido considerado como el latinoamericano que podía satisfacer la audiencia de un público universal.
Principales rasgos de la prosa martiana:
 Riqueza léxica: utiliza la palabra convenientemente, lo que sugiere al lector un mundo deposibilidades interpretativas;
 La iteración de palabras y estructuras como recursos que permiten enfatizar en las ideas que desea subrayar;
 Uso muy original de la puntuación;
 Combinación de cláusula extensa: justificación, causa-efecto, comparación, contraste, ejemplificación (estilo profuso); con fases sentenciosas, muy sintéticas.
 El uso de símbolos (luz, estrella, Sol, yugo, alas), colores (azul, blanco, negro oro), objetos de material precioso (porcelana, mármol, ónice), todo ello en correspondencia con la estética modernista que él preconiza, inicia y desarrolla, pero con características propias;
 Alto valor poético por la forma en que se construye (arquitectura) y la riqueza tropológica: símbolos, metáforas, alegorías; imágenes cromáticas, auditivas y sinestésicas que le aportan un valor pictórico al texto; el uso preciso del símil, el epíteto, la prosopopeya y la sinécdoque, entre otros recursos del lenguaje literario;
 Presencia de la intertextualidad como expresión de la amplia cultura del autor y de su talento creativo;
 Uso marcado del polisíndeton y el hipérbaton en la construcción de la cláusula, lo cual provoca que la sintaxis resulte compleja.
Los dos fragmentos siguientes, tomados de un mismo texto, sirven de ejemplos para demostrar el contraste entre una sintaxis muy sintética (período corto), y la sintaxis extensa (período largo) muy usado en la prosa martiana: (10)
a) “Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria”.
“No hay proa que taje una nube de ideas”;
“¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas!”
“Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes”;
“Lo que quede de aldea en América ha de despertar”;
b) “Con los hábitos monárquicos y el Sol por pecho, se echaron a levantar pueblos los venezolanos por el Norte y los argentinos por Sur. Cuando los dos héroes chocaron y el continente iba a temblar, uno, que no fue menos grande, volvió riendas. Y como el heroísmo en la paz es más escaso, porque es menos glorioso que el de la guerra; como al hombre le es más fácil morir con honra que pensar con orden; como gobernar con los sentimientos exaltados y unánimes es más hacedero que dirigir, después de la pelea, los pensamientos diversos, arrogantes, exóticos o ambiciosos; como los poderes arrollados en la arremetida épica zapaban, con la cautela fina de la especie y el peso de lo real, el edificio que había izado, en las comarcas burdas y singulares de nuestra América mestiza; en los pueblos de piernas desnudas y casaca de París, la bandera de los pueblos nutridos de savia gobernante en la práctica continua de la razón y de la libertad; como la constitución jerárquica resistía la organización democrática de la República, o las capitales de corbatín dejaban en el zaguán al campo de bota de potro, o los redentores bibliógenos no entendieron que la revolución que triunfó en el alma de la tierra, desatada a la voz del salvador, con el alma de la tierra había de gobernar, y no contra ella ni sin ella…” (11)
Puede observase cómo en un mismo texto se utilizan dos maneras opuestas de construcción sintácticas; en el primer ejemplo, la economía de palabras hace que de condense al máximo la carga semántica de la comunicación; el sentido profundo hay que descubrirlo, y para ello el lector necesita tener conocimientos sobre la historia de América y otros aspectos de cultura general, lo que le permitirá poder establecer las posibles relaciones intertextuales que contribuirán a una mejor decodificación del mensaje y, como resultados de ello, a una clara comprensión de lo leído. En el segundo caso, aunque el estilo tiene un rasgo diferente, que es, desde el punto de vista gramatical, el uso continuado de las oraciones subordinadas, lo que hace que se extienda el período sintáctico. Si el lector no conoce estas características de los textos martianos; si no está familiarizado con la lectura de textos martianos, le resulta bastante difícil la comprensión de los mismos.
Un ejemplo del uso que hace Martí de la iteración y el polisíndeton (uso consecutivo de la conjunción copulativa “y“), como recursos de construcción textual, es el siguiente:
“(…) con cascos de oro muy labrados en le cabeza, y alas en la cintura, cuando son generales, y dos plumas muy largas en el casco, si son príncipes: y si son gente así, de mucho poder, no se sientan en las sillas de siempre, sino en sillas muy altas. Y cuentan, y pelean, y sudan, y conversan, hacen que toman té, y entran por las puertas de la derecha, y salen por la puerta de la izquierda: y la música toca sin parar, con sus platillos y su timbalón y su clarín y su violinete; y es un tocar extraño, que parece de aullidos y de gritos sin arreglo (…) pero no se ve que tienen un tono triste cuando se habla de muerte, y otro como de ataque cuando viene un rey de ganar una batalla, y otro como de procesión (…) y otro como de truenos…” (12)
Los elementos que se han tomado en consideración en este pequeño artículo, nos permiten afirmar que:
 La originalidad de la prosa martiana está dada en el modo peculiar del autor para integrar los factores: léxico, semántico, sintáctico y estilístico en el uso de la lengua española, muy en correspondencia con sus presupuestos estéticos y éticos de José Martí.
 Ante la prosa martiana el lector no debe quedarse simplemente con lo informativo, o simplemente anecdótico, sino que debe tratar de sumergirse en lo profundo para sacar, de entre líneas, el verdadero sentido que adquieren las ideas expresadas en cada texto; y para ello necesita sistematizar la lectura de su obra en los diferentes géneros y, adquirir una preparación elemental en aspectos importantes de la teoría literaria y de redacción.
 En cualquiera de sus páginas en prosa es fácil encontrar aquellas cualidades que permiten considerar a Martí como uno de los mejores prosistas en lengua hispana, de todos los tiempos.
Bibliografía
Dill Hans-Otto: “El ideario literario y estético de José Martí”, en revista Casa de las Américas, La Habana, 1978.
Domínguez Hernández, Marlen A. Lengua y crítica en José Martí. La Habana, Editorial Pablo de la Torriente, 1989.
Jorge, Elena. José Martí, el método de su crítica literaria. Ciudad de la Habana, Editorial Letras Cubanas, 1984.
Letras. Cultura en Cuba 2. Ciudad de La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 1990.
Martí, José. Páginas escogidas. Tomos I y II. Selección y prólogo de Roberto Fernández Retamar. La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1974.
NOTAS
1. Martí, José. O.C. Tomo 21. P.
2. __________.O.C Tomo 19.p.271
3. ___________O.C. Tomo 21.p.167 y Tomo 17.p.234
4. ___________O.C. Tomo20.P.125
5. Vitier, Cintio. Vida y obra del Apóstol José Martí, CEM, 2006.pp.104-105. Apud. Manuel Ferrer Cuevas. “ Ante los restos de Martí, en Revista Cubana, julio 1951-dic.1952.p.165
6. _________. Ob. Cit. P.82.
7. Martí, José. Ensayos sobre Arte y Literatura. Ciudad de La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1979, p. 49
8. Ibidem
9. Martí, José. O.C. Tomo. XXI.p.225.
10. Todos los fragmentos seleccionados para ejemplificar han sido tomados del ensayo “ Nuestra América”, en: José Martí: Páginas Escogidas. Tomo I, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1974, pp.157-162.
11. El subrayado es de la autora.
12. Tomado de “Un paseo por la tierra de los anamitas”, en José Martí: La Edad de Oro. Ciudad de La Habana, Editorial Gente Nueva, 200, p.218.
TOMADO DE:  http://www.eumed.net/rev/cccss/04/rlbv.htm

domingo, 28 de octubre de 2012

Características principales del Modernismo


Hay que aclarar que en un comienzo el Modernismo no es necesariamente un movimiento literario, ya que no sólo se vincula a lo artístico, sino a una serie de actividades, expresiones sociales y pensamientos que adquirían mayor proporción sobre finales del siglo XIX y comienzos del XX.

“El Modernismo, entonces, (…) es la forma literaria de un mundo en estado de transformación, metamorfosis universal que percibió Martí con clarividencia en 1882.” (Iván A. Schulman)

La evolución del Modernismo se da por influencia de procesos e ideas que van tomando forma y generando conflictos sobre finales del siglo XIX, como por ejemplo: la industrialización, el positivismo filosófico, la politización creciente de la vida, el anarquismo ideológico y práctico, el marxismo incipiente, el militarismo, la lucha de clases, la ciencia experimental, el auge del capitalismo y la burguesía, neo-idealismo y utopías… Aparece, por lo tanto, en las obras del Modernismo una profunda preocupación por el estado de confusión ideológica en que se vivía y por la soledad espiritual de la época.
Se considera su comienzo en lo literario tanto en las obras de José Martí (con su libro Ismaelillo, de 1882) y Rubén Darío (con su libro Azul…, de 1888).
También se caracterizó por ser la expresión americana de una literatura que buscó la ruptura con respecto a una tradición que venía de la literatura y el arte europeo; el Modernismo persiguió el ideal de una búsqueda de la expresión de lo americano.

“Ni en qué patria puede tener un hombre más orgullo que en nuestras repúblicas dolorosas de América, levantadas entre las masas mudas de indios, al ruido de pelea del libro con el cirial, sobre los brazos sangrientos de un centenar de apóstoles? De factores tan descompuestos, jamás, en menos tiempo histórico, se han creado naciones tan adelantadas y compactas.” (José Martí; en su artículo Nuestra América).

Para Martí el Modernismo y la búsqueda de qué es lo americano se unen. Pues para el poeta cubano era central conocer, entender y comunicarnos profundamente con este suelo y esta realidad en la cual vivimos; sólo de esa manera podremos afirmar nuestra originalidad (o sea nuestro origen), entendiendo qué es ser americano.
Para lograr expresar ese sentimiento de lo americano, el Modernismo buscó la originalidad en la expresión, rompiendo con las viejas formas de escritura que todavía se utilizaban (y que venían de un movimiento anterior netamente europeo: el Romanticismo). Así se percibe que en el Modernismo hay una búsqueda de lo exótico (haciendo referencias permanentemente a culturas como la china, la japonesa, o de la Antigüedad griega o la Edad Media). La originalidad se planteó desde el momento en que el lenguaje en la prosa y la poesía modernistas se vinculó con la aparición de imágenes nuevas a través de las metáforas, antítesis y comparaciones. Asimismo hay un descubrimiento y tratamiento de nuevos ritmos y melodías trabajados por medio de la sonoridad de las palabras; por otra parte, se busca en la poesía modernista evocar o sugerir antes que expresarse con un lenguaje explícito (1).
Se ha planteado, y esto es muy discutido, que existen dos maneras de enfrentar la creación entre los escritores modernistas. Una sería la de los escritores que asumen un compromiso con su realidad, que se preocupan por los conflictos e injusticias sociales. Por otra parte, se habla de escritores torremarfilistas (2), creadores despreocupados de los acontecimientos sociales que se aislaban cultivando su arte de manera personal, sólo preocupándose por alcanzar una máxima belleza en su arte (buscando el arte sólo por hacer arte). Muchas veces los llamados torremarfilistas se definían como seres rechazados por la sociedad, a la que no le interesaba su arte. De manera que buscaban en la poesía, o en la prosa, una Belleza suprema como algo no contaminado, puro (3). Se ha clasificado a José Martí como un poeta de compromiso con su tiempo y sociedad; en cambio se ha definido al poeta uruguayo Julio Herrera y Reissig como un torremarfilista (4).
—-
(1) Estos procedimientos son tomados de la poesía francesa de la época, especialmente de movimientos como el Simbolismo y el Parnasianismo
(2) La expresión viene de la frase “torre de marfil”; pues se consideraba a los torremarfilistas como seres que se aislaban en torres de marfil, haciendo referencia a la altura (torre) y a la pura belleza que no se deja manchar por las cosas comunes y cotidianas (marfil)
(3) Pero en definitiva… rechazar los valores de una sociedad y aislarse, ¿no es una manera también de hacer una crítica muy profunda a esa sociedad?
(4) Le escribió Herrera y Reissig en una carta a un amigo: “(…) me arrebujo en mi desdén por todo lo de mi país… yo, desperezándome en los matorrales de la indiferencia, miro sonriente y complacido los sucesos, las polémicas…”.
TOMADO DE:  http://laclasedelaire.wordpress.com/2008/09/19/caracteristicas-principales-del-modernismo/

sábado, 27 de octubre de 2012

JOSÉ MARTÍ Y RUBÉN DARÍO

20070119194155-marti-obra-isabel-santos.jpg Ilustración: Obra en cera de la artista Isabel Santos
Por María Elena Balán Saínz
El poeta nicaragüense Rubén Darío, cuyo nacimiento se celebra en enero,  sintió por José Martí una gran admiración, aún cuando no lo conocía personalmente y sólo tenía referencias de sus escritos en los periódicos de Caracas, México y Argentina.Un día, estando hospedado en un hotel en Nueva York, Darío recibió la visita de Gonzalo de Quesada, quien le comunicó que el patriota y escritor cubano lo esperaría en el Hardman Hall, donde pronunciaría un discurso a favor de la causa revolucionaria en Cuba.
El poeta nicaragüense escribió posteriormente refiriéndose a aquel encuentro:                
Fui puntual a la cita, en compañía de Gonzalo de Quesada, y entré por una de las puertas laterales del edificio donde hablaría el gran combatiente.
Pasamos por un pasadizo sombrío, y de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos de un hombre pequeño de cuerpo, rostro de iluminado, voz dulce y dominadora al mismo tiempo, y que me decía esta única palabra: Hijo.
  
Así vio  Darío  en 1893, hace ciento catorce años, a nuestro Héroe Nacional, de quien agregó que era un conversador admirable, armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa memoria.  La amistad entre estos dos hombres, grandes de la literatura, fue diáfana, y pasó a la historia como algo memorable..
 
Cuando transcurridos unos pocos años  de aquel primer encuentro en Nueva York, Martí cayó en Dos Ríos, el poeta nicaragüense le dedicó sentidos versos, en los cuales destacó la universalidad del Maestro, porque más que de Cuba era del mundo, según aseveró.  
DOS PARADIGMAS DE LA CULTURA   
Para algunos estudiosos, el conocimiento de Rubén Darío sobre José Martí se ubica en el año 1886, mientras otros dicen que fue un poquito antes.   Lo cierto es que el escritor nicaragüense sintió una especial simpatía por la poesía y la prosa del más universal de los cubanos, y son numerosas las citas en que expresa esa admiración.   El investigador Salvador Bueno en un estudio sobre posibles inter.-textualidades entre La Edad de Oro y el poemario Azul, de Darío, dice que debe tenerse en cuenta  que los dos intelectuales tuvieron la influencia de Hans Christian Anderson.
De ahí que cuando Martí escribió La muñeca negra y Los dos ruiseñores aparezca una especie de referencia a lo planteado en el poema Azul
El tema de los chinos fue abordado por el cubano y el nicaragüense, quienes hicieron referencia al asunto en las citadas obras.   Otros investigadores reconocen que tanto en Darío como en Martí se aprecia una reverencia, una devoción que los identifica. Ambos llevaron igualmente, el periodismo al rango de literatura. 
En el prólogo de los Versos Sencillos, del Héroe Nacional, y el Canto Herrante, de Darío, existen similitudes, que aparecen también en otros parlamentos de los reconocidos autores, quienes tuvieron la alegría de conocerse en 1893 en la ciudad de Nueva York. 
TOMADO DE:  http://wwwarcadecubania.blogia.com/2007/011901-jose-marti-y-ruben-dario.php

Rubén Darío y sus poemas

Símbolo del Modernismo y un poeta sensible
Red Blogia
10:44h Jueves, 25 de septiembre de 2008
19

Rubén Darío es considerado uno de los escritores más importantes de la literatura latinoamericana,  símbolo de una de las corrientes literarias más novedosa conocida como Modernismo, corriente con la que América sienta las bases para el desligue de la influencia europea, casi como una liberación que en ese entonces también se extiende al campo literario.
Representa en sus obras y poemas el exotismo, la musicalizad y el cosmopolitalismo que caracteriza a la corriente literaria que por primera vez nace en Latinoamérica y se distancia de la influencia europea. Escritor que experimentó tanto en prosa como verso, resaltó mucho más en la poesía, con obras como Prosas Profanas, Epístolas y Poemas, Abrojos, Canto a la Argentina y su obra más lograda, Azul.
El Modernismo surge como una corriente literaria que se establece bajo los principios estéticos del Romanticismo de Byron y Bécquer, se nutre también del Simbolismo de Verlaine y del Parnasianismo de Leconte de Lisle y José Maria de Heredia. Resulta entonces una mezcla de propuestas, del romanticismo clásico absorbe el sentimentalismo, el amor por la naturaleza y la obsesionada búsqueda por la libertad; del Simbolismo  se acoge a la imagen evocada y sugerente; del Parnasianismo la idea del arte por el arte y la belleza estética de la obra.
Con todas estas bases, se compende que el Modernismo de Rubén Darío, se convertiría en una corriente estilista, con un resaltado interés por lo estético, lo formal y lo cosmopolita. Un precedente interesante de esta corriente fue José Marti, pero con este autor solo se alcanzó un conocimiento local del Modernismo, fue finalmente Rubén Darío quien logró universalizar el fenómeno modernista en 1888. Su primera publicación, Azul en 1888 inauguró la corriente literaria y luego la catapulto al conocimiento mundial con la publicación de prosas Profanas en 1896.

Es importante resaltar que la época en la que el Modernismo se desarrolla como corriente literaria en toda América, es una época de importantes cambios socioeconómicos en los países hispanoamericanos, empieza en los países del continente a ingresar grandes empresas americanas e industrias poderosas, lo que genera un fuerte cambio en la sociedades. Las obras  de arte pasan por un proceso de transformación, en el que como parte del mercado, se vuelven también mercancías y adquieren valor monetario.
Como ya contamos, Rubén Darío publicó su poemario más representativo en 1888, una obra en la que se centra en la búsqueda de la belleza, interesado por la perfección y la musicalidad que sus poemas puedan alcanzar. El poemario representa un rescate y renovación de la métrica y el uso de estrofas clásicas que ya se habían dejado de utilizar. Entre otras características, se puede notar la interesante evocación a la cultura griega, como una referencia de esa misma perfección en la que se dedica durante todos sus versos a encontrar, es pues una poesía con una alta carga sonora y un lenguaje que se vislumbra como fuente  enriquecedora del idioma.
Catedral basílica de la Asunción, aquí llacen los restos del poeta - imagen obtenida de Wikipedia, autor: Jagal.
Azul, forma parte del género lírico y la vez narrativo, y pertenece por tanto, a la poesía y a los cuentos. Su contenido trata de historias breves escritas en prosa y también en siete poemas. Fue publicado por primera vez en Santiago de Chile en el año 1888, pero ya los poemas y los cuentos habían sido publicados por separado en revistas y diarios de Santiago entre los años 1886 y 1888.
Los cuentos que se presentan son de breve extensión y hacen referencia en sus mayoría a seres inexistente, muy bien imaginados por el autor; en cuanto a los poemas son dedicados al amor, pero de manera sensual, llenos de dolor, de sarcasmo y de blasfemia hacia le amor mismo. Se deduce en sus versos una idea de poeta como ser extraño e incomprendido por la humanidad, es casi un manifiesto de la visión del autor de su naturaleza poética y de lo afectada que es esta, al encontrarse en un mundo al que aparentemente no puede pertenecer por su virtud poética que termina siendo la razón de su dolor y mal vivir.
Entre líneas se entiende la filosofía del autor, como un convencido de que el poeta se ha convertido en el único ser auténticamente sensible y con capacidad para ser libre; por tanto la poesía no debe ser útil, simplemente deber ser bella, debe ser considerada para un fin esteticista y uno utilitario.
Otro poemario que también se encuentra entre los más destacados del autor es el que fue publicado en el año 1896, titulado bajo el nombre de “Prosas Profanas”, es la obra representativa de la etapa cumbre del Modernismo, debido a que en sus contenidos representa todas las características formales de la corriente literaria, es como un modelo intencional de lo que el Modernismo fue hasta ese momento. La obra está caracterizada  por un sentido netamente musical, manifestado en diferentes ritmos que el autor ensaya en los versos, entre sus intenciones está la recreación de diferentes mundos ficticios, lugares exóticos y también remotos.
En muchos paraderos de la obra hace referencias a la cultura griega, quizá con esa intención de demostrar la búsqueda por la perfección y la esteticidad de sus conceptos.
La obra se divide en 5 partes principales y esta compuesta íntegramente por poemas. Los temas principales que se manejan a lo largo de la obra son la sensualidad y el erotismo.
En general, los poemas de Rubén Darío son referidos al amor y a la posición existencial del poeta como ser incomprendido, forman parte de una corriente literaria que surgió como resultado de varios conceptos distintos, en la búsqueda por la belleza artística; con un concepto muy imaginativo en que lo principal son las imágenes, la musicalidad y el fin vano de la poesía.
Créditos:
Imagen 1: Fotografía de Rubén Dario – imagen obtenida de Wikipedia, autor desconocido, copyright expirado.
Imagen 2: Rubén Dario vestido de embajador – obtenida de Wikipedia, autor: Jorge Mejía Peralta
TOMADO DE: http://www.leergratis.com/autores/ruben-dario-y-sus-poemas.html