LA ACTRÍZ SARAH BERNHARDT
Introducción
José Martí, que se manifiesta a través de su obra como brillante
maestro, crítico, periodista, escritor, poeta, epistológrafo; dedicó
múltiples creaciones a las artes. En su prosa ha de observarse la
presencia de la afamada actriz francesa Sarah Bernhardt, a la cual
conoció personalmente.
Se destaca de forma especial la semblanza que
sobre ella realiza, donde con gran lirismo describe los rasgos físicos y
sicológicos de la actriz y el entorno en que se desarrolló.
Ha de mostrarse un breve acercamiento a la presencia de dicha artista en la obra literaria martiana.
Desarrollo
José Martí dotado de excepcional sensibilidad es un indiscutible
artista. Su cultura, alimentada por el constante viajar, su alma, su
talento, su vida ejemplar entregada por entero a la causa
independentista de la patria cubana; le permitieron acercarse al
quehacer artístico y literario de la humanidad y desarrollar una vasta y
hermosa literatura, para así convertirse en el más universal de los
cubanos.
Su acertada afirmación de que siendo culto es el único modo
de ser libre nos orienta a la búsqueda de una cultura general integral,
premisa del educador en la Cuba de hoy, comprometido como nunca antes a
desarrollar en los educandos dicha cultura general integral.
Es
fuente eterna de consulta que invita a seguir investigando al abrir
puertas desde su quehacer a lo universal y dejar abiertas brechas para
transitar e indagar. Volver a él resulta una interesante y placentera
obligación, la cual abandonamos al creer concluida una lectura, mientras
que el análisis de la misma nos impulsa a retomarla más de una vez y
nos convoca a realizar otras, quienes también provocarán lo mismo.
Acercarse a la cultura martiana resulta ir a la raíz de la cultura
nacional conformada en gran parte por educadores y artistas. Por ello,
analizar los textos del maestro dedicados al arte proporciona una
herramienta para la apreciación y la enseñanza del mismo, así como para
la crítica, tan bien realizada por él que le valió fama entre la
intelectualidad de su tiempo.
Fueron muchos sus artículos y crónicas
referentes a las artes. Se destacan las publicaciones de la Revista
Universal de México del año 1875, donde refleja elementos importantes
apreciados en puestas teatrales realizadas en el Teatro Principal. En
el tomo 15 de las Obras Completas se encuentran cartas sobre arte
publicadas en Nueva York, 1884; Caracas, 1882; Buenos Aires, 1882-1887;
La Habana, 1882.
Fue un amante innato de la buena música, el buen
teatro, la buena danza, la apreciable pintura; a pesar de no dominar
profundamente las técnicas de su ejecución. Planteó que el arte es
reflejo del sentimiento del artista, no realismo y copia; porque quien
hace arte aunque copie lo que ve de forma directa, le pone su
interpretación y estética personal. La realidad vista por el artista
toma la forma absorbida por él y la representa de manera personal e
idealista; por ello pintores y escultores por ejemplo, con diferentes
formas expresan una misma realidad. El artista refleja la historia
dándole los matices, colores y adjetivos personales, aún cuando haya
identificación en igual corriente ideológica, sentimientos; y señala lo
que inspira o molesta tomando partido con una síntesis del problema
formulado.
… “El arte (…) no es un producto aislado de una mente
activa; sino el resultado de la común aptitud artística en constante
ejercicio. No es una manifestación exclusiva, sino una condición
esencial. Ha de estar en todo, para que esté en algo. Por la vista van
las impresiones artísticas a la mente, que guía luego la mano: ésta
devuelve lo que a ella envían.- Las manos producen en analogía con lo
que los ojos miran”. (1)
Juzgó la obra de arte frecuentemente,
siendo reflexivo sin dejar de ser enérgico y justo; y considerando el
espíritu que las anima y la manera en que fueron expresadas. A su modo
de ver en el arte no se debe dar una apariencia de las cosas, sino su
sentido como forma breve de llegar al triunfo de la verdad y a perdurar;
pero que para permanecer ha de hacerse cuando se pueda hacer
enteramente bien y que más que divino, sea la revelación de lo
extraordinario.
Hizo referencia también a cómo fomentar una era
nueva para las artes desde lo nacional, por lo cual resultaba necesario
crear obras cuyas reproducciones despertaran en el visitante la
curiosidad por nuestra historia, el gusto por nuestra naturaleza,
mercado para las obras que traten aquella y copien ésta, a la par que
con el trato continuo con las cosas patrias se alimente la vida
nacional, hallen los poetas motivos para inspirarse, los pintores
motivos bellos para sus cuadros, nuevas formas literarias, los
literatos; un espacio nuevo y original donde reanimar las fuerzas, los
que gusten del comercio regenerador de las letras y las artes.
Tuvo
afición relevante por el teatro, aunque no lo cultivó como otros géneros
literarios. Concibió en su juventud Abdala, que junto con Adúltera,
Patria y Libertad, resultan obras dramatúrgicas donde se aprecia su
ideología, sello personal y que de haber profundizado, también se
hubiera destacado en este género.
“El teatro es copia y consecuencia del pueblo. Un pueblo que quiere ser nuevo, necesita producir un teatro original”. (2)
Dentro de sus artículos publicados comentó cómo no existe algo tan
animado, colorido, característico, vivo, simpático; como el estreno de
algún clásico en Madrid o México. En esos encuentros no se hallan
desconocidos ni vulgares; la envidia bate palmas con las manos que
aplauden el espectáculo, no se habla sin juicio y resalta lo bello sobre
todo en las mujeres bien engalanadas. Las funciones resultan un medio
fácil y agradable de recaudar dinero y es penoso que un pueblo con
capacidad creadora, se apegue a la realización de un teatro viejo y
cansado, sin un carácter propio y especial, carente del lenguaje de sus
pobladores y de enseñanzas provechosas que sirvan para reflexionar.
Consideró incierto al drama por ser pequeño para héroes e imposible para
hombres, su declamación lírica y vana, la realidad falseada; que
requiere de personajes humanos basados en la vida cotidiana, aunque no
es prudente llevar a escena la vida real con todas sus monotonías y
regularidades y sí, con un carácter posible capaz de seducir el realismo
del público de esa época y dejarle una enseñanza.
Concibió la
comedia como la sátira de lo real y con gran suma de habilidad,
elegancia e ingenio; constituyendo una forma natural de lo saludable y
una copia de lo real y actual de la época.
En cuanto a la tragedia,
expuso que quiere decir acción simple y magnífica que se desenvuelve
grandiosamente por caracteres impacientes y profundos.
…”Es el teatro el único, el verdadero y el más bello triunfo del arte”. (3)
Entre sus trabajos aparecidos en Europa II, Crítica y Arte, Francia, se
encuentra una semblanza de la afamada actriz Sarah Bernhardt, a la cual
conoció personalmente y donde se evidencia la admiración que sintió por
ella, tanto como en otras producciones suyas.
La actriz nació en
París, el 23 de octubre de1844. Su nombre verdadero era Rosina Bernard y
era hija de una cortesana francesa y de un belga que se desentendió
pronto de la familia. Su infancia transcurrió en un convento hasta los
quince años, cuando ingresó al Conservatorio de Arte Dramático. A los 18
años debutó en la Comedia Francesa, desde ese momento su fama comenzó a
ascender tanto como sus anécdotas y amantes.
Actuó en 125 obras de
teatro y uno de sus más grandes éxitos lo alcanzó con La Dama de las
Camelias de Alejandro Dumas, representada en los escenarios de todo el
mundo: Buenos Aires, La Plata, Nueva York.
Al decir de Martí:
... “¿De dónde viene? ¡De la pobreza! ¿A dónde va? ¡A la gloria!”
“ Cada siglo tiene sus estrellas: la patria de Rachel, de la señorita
Mars, de Sophie Arnould se ha enriquecido con Sarah Bernhardt, que es
sin duda una trágica, pero también lo que vale más: un carácter. No
vamos a decir lo que ya se ha dicho: nosotros tenemos nuestras propias
impresiones”.
“Sarah es flexible, fina, esbelta. Cuando no está
sacudida por el demonio de la tragedia, su cuerpo está lleno de gracia y
abandono. Cuando el demonio se apodera de él, está lleno de fuerza y de
nobleza. Su cara, aunque femenina, respira una bella fiereza: aunque
bien parecida no lleva impresa la belleza, sino la resolución. Ella hará
lo que desea: tiene algo del primer Bonaparte; ella finge el desdén,
aunque su alma está llena de amistad y franqueza – porque lo cree
necesario para ser respetada”. (4)
La Bernhardt arribó a la bahía de
La Habana a comienzos de 1887 en el vapor inglés Dee junto a su
compañía teatral. Era acompañada por su hijo Mauricio y su secretario
Strakosh. Su hijo era fruto de su amor con Charles Lamoral, príncipe de
Ligne; y nació cuando ella contaba con 20 años.
En su equipaje
venían algunas especies de animales que resultaban trofeos adquiridos en
plazas importantes donde actuó como Buenos Aires, Valparaíso, Río de
Janeiro, Lima, Panamá; y un ataúd de palo de rosa y agarraderas
plateadas donde, según se especulaba, solía dormir y hacer el amor con
sus amantes.
Fueron llevados a la orilla por la lancha de vela La Manuela.
Ella vestía un traje verde claro y entre sus brazos llenos de joyas, llevaba a Turco, su perro faldero.
Se cuenta que al desembarcar expresó, en medio de un gran recibimiento y en perfecto español: ¡Qué cielo tan espléndido!
Escribió el Apóstol:
... “Y Sarah Bernhardt, la actriz de quien se cuenta el viaje, ha
hurtado a la fortuna en fuerte lidia, sin más armas que sus delgadas
manos de mujer, el cetro de la escena de Francia. Su genio está en la
voluntad: labró en la vida, dura como el mármol, como labra en el
mármol. Su voz canta; su brazo ordena; su mirada admira...”
... “De
ella se hicieron monstruosas caricaturas; a ella se le hicieron
imperdonables injurias; ella fue objeto de la más extravagante
admiración, y de oraciones y ofrendas colosales. Si flores, eran barcos;
si música, eran himnos reales; si dinero, se llevó de esta tierra un
banco de oro; si tributo, no los lograron mayores los monarcas... “(5)
El 14 de noviembre de 1886 había llegado a La Habana el famoso torero
Luis Mazzantini. Los periódicos franceses y españoles de entonces
comentaron de la existencia de un romance entre él y la actriz, quizás
por una mala interpretación de una corrida que hiciese el torero para
la Diva y su compañía; que él, como el público cubano, había admirado en
el teatro Tacón; y por un anillo de perlas y brillantes que ella lució a
su regreso a Francia.
El maestro apuntó:
“No se aprovecha
Sarah Bernhardt de dotes naturales, sino que ha tallado en sí propia,
fríamente y como artista que trabaja en mármol, la mujer que le pareció
que deslumbraría y admiraría más a los hombres”.
“Sarah
Bernhardt, la actriz famosa, que ha querido asombrar a los hombres, y
los ha asombrado, más que por la fuerza de su talento, por la de su
voluntad”. (6)
El 17 de septiembre de 1879 José Martí es detenido
por conspirar con Juan Gualberto Gómez y otros patriotas por la libertad
de Cuba y exclamó, cuando se le reclamó que hiciese una declaración a
favor de España: ¡Martí no es de la raza vendible!
Por ello sale
deportado para España el 25 de septiembre de 1879 y llega a Santander el
11 de octubre. El día 22 de octubre sale de España para Francia y el 18
de diciembre conoce a la Bernhardt en una fiesta en el Hipódromo de
París.
Mucho debe haber impresionado al Apóstol la afamada artista
de procedencia humilde, que conoció la fama y el reconocimiento de los
públicos más exigentes, y fue extraordinariamente aplaudida en todos los
escenarios donde actuó.
Tildada de excéntrica y motivo de leyendas
que van desde las más elogiosas, hasta en detrimento de su vida privada,
está considerada una de las más grandes actrices de todos los tiempos.
Expresa Martí:
... “Como trágica, dejemos hablar a M. Emile Girardin, el Gordon
Bennett de la prensa francesa: “La Rachel tenía más genio: Sarah posee
más talento: ésta sabe todo lo que hace, aquella lo tomaba de su
naturaleza sin saberlo mucho: Sarah vale más”...” (7)
José Martí
arriba a Nueva York el 3 de enero de 1880 y el 8 de este mismo mes
escribe en una carta a Miguel F. Viondi que había conocido a la artista.
A partir de entonces en varios de sus escritos realiza comentarios
sobre la Bernhardt, paralelamente al quehacer literario y hechos
importantes de su vida como hombre y escritor:
- Año 1880, nace el 25 de noviembre su queridísima María Mantilla.
- 1881, sale el primer número de su Revista Venezolana, un 1ro de julio
y en octubre, noviembre y diciembre escribe en sus correspondencias a
La Opinión Nacional sobre la actriz; siendo enviada la primera de estas
el 20 de agosto con el seudónimo M de Z, hasta diciembre en que ya
aparecen con su nombre.
... “A los acordes de la “Marsellesa”, que
no ha mucho resonaron bajo los balcones de Sarah Bernhardt, sucedían los
de ¡Salve Columbia! y “La estrellada y listada bandera”...” (8)
... “donde Sarah Bernhardt con su ademán de pitonisa, saluda a Víctor Hugo!” (9)
“Viósela en los Estados Unidos con entusiasmo frenético; y artes y
prensas estuvieron durante meses enteros ocupados en narrar sus
triunfos, reproducir sus facciones, grabar sus gestos, imitar sus
trajes.” (10)
- Habla en la Opinión Nacional sobre Sarah Bernhardt
en el año 1888, en el que publica en Nueva York el Ismaelillo y escribe
la mayor parte de sus Versos Sencillos.
... “Unos dicen que la
Foustin, que prueba las copas de la vida, sin hallar una que ajuste a
sus labios, es Sarah Bernhardt”. (11)
... “Ya hablan de teatros, que
Sarah Bernhardt está en Madrid, y para ella se abrieron las puertas del
Coliseo Real... y era todo hacerse lenguas de la actriz francesa, que
se ha casado ahora con un griego; y decir que va con ella el arte sumo,
pero que la Matilde es más fogosa, y que si fuera española, no diría
como Teodora Lamadrid aquel “!arre, burro!” saladísimo de la Villana de
Vallecas.” (12)
- 1883, es redactor primero y director después de la revista “La América de Nueva York”.
... “La compañía Pullman exhibía en Chicago un carro-comedor de tan
severa belleza y tan rica y abundante aderezado, que bien se entiende
por qué Adelina Patti y Sarah Bernhardt prefirieron a veces en sus
viajes a través de los Estados Unidos, continuar habilitando sus carros
de camino, a recibir incómodo hospedaje en los hoteles de descanso de la
vía.” (13)
- 1887, muere su padre en La Habana el 2 de febrero.
... “ Sarah Bernhardt, fatigada con el esfuerzo de complacer a los
bostonianos, atenienses con armadura, se desmayó al salir de Boston; que
el gentío se agolpa en las vidrieras a ver el retrato en que aparecen
juntas la Langtri y Bernhardt, bonanza y sentada la una y fogueante y
en pie la otra.” (14)
- 1888, se publica el 20 de mayo su última correspondencia a La Nación.
... “la voz ondulosa y trémula de la actriz que premia con lo verdadero
de su fuego el entusiasmo del público que se lo inspira”. (15)
Sarah Bernhardt sufrió la amputación de una pierna y a pesar de ello,
continuó actuando y conquistando amantes más jóvenes. Tenía como una de
sus máximas que “el que quiere estudiar el amor, siempre será discípulo”
y como consigna que hizo bordar en sábanas, pañuelos y tarjetas de
visitas: “a pesar de todo sigo viva.”
Llegó a viajar al frente para actuar a los soldados durante la Primera Guerra Mundial.
Murió el 26 de marzo de 1923 y se le rindió el homenaje que nunca alcanzó otra figura femenina en Francia.
El Apóstol escribía en 1881:
... “mas, ¿ante qué tumbas se detienen sorprendidos los visitantes? Son
sencillas, son elegantes ¿Qué dice la una? “! Sarah Bernhardt!” ¿Qué
dice la otra? “! Marie Croizette!”. En vidas se han asegurado las casas
de sus cuerpos las dos actrices rivales. Es la Croizette milagro de
hermosura y Sarah Bernhardt, de voluntad y éxito. Gracia y desenfado
distinguen a aquella: a ésta, empuje, intranquilidad, dominio, poder de
vencer las desventajas que le creó la naturaleza.” (16)
La
dramaturgia agradece las obras escritas para “La Divina”, epíteto dado a
la actriz; los escenarios agradecen sus inmortales actuaciones; el cine
agradece las películas que inspiró; y la humanidad entera agradece las
joyas literarias de José Martí dedicadas a Sarah Bernhardt.
Acercarse a la literatura martiana siempre resulta cautivador y vivificante aunque sea de forma breve.
De él pudiera decirse lo que escribió refiriéndose a la artista:
“Verdaderamente hay que ser grande para llegar a serlo. Se ve por lo que ha sabido vencer”. (17)
Conclusiones
La obra martiana trata en muchas ocasiones la temática de las artes.
Resulta una fuente de consulta obligada para abordar cualquier aspecto
del arte y la literatura, por lo cual es de imprescindible presencia en
la educación artística.
El 18 de diciembre de 1879 José Martí conoce a la actriz francesa Sarah Bernhardt en una fiesta en el Hipódromo de París.
Mujer de gran fama y riqueza, está considerada una de las mejores
actrices de todos los tiempos. Inspiró leyendas sobre su vida privada
por los muchos amantes que tuvo, casi siempre más jóvenes que ella, y
por sus excentricidades; así como obras artísticas y literarias. Con una
gran voluntad llegó a la vejez con una pierna amputada y a pesar de
ello, continuó actuando y cosechando amores. Visitó a Cuba en el año
1887 y murió en 1923.
“La Diva” debe haber impresionado mucho a
nuestro Apóstol pues a principios de 1880 ya escribía a Miguel F. Viondi
que la había conocido.
Sobre ella expresó Martí: “No es gran mérito
nacer reina y saber serlo; pero es una prueba muy grande de majestad
nacer en un ambiente pobre y haber sabido formarse un reino de un pueblo
tan artístico y tan inteligente como Francia”. Le dedicó varios
escritos en “En Los Estados Unidos”, “Europa”, “La Opinión Nacional”.
(18)
Citas bibliográficas
(1) José Martí: Obras Completas, i975, 21:134
(2) Ibidem, 6:200
(3) Ibidem, 6:455
(4) Ibidem, 15:246
(5) Ibidem, 14:129
(6) Ibidem, 23:248
(7) Ibidem, 15:248
(8) Ibidem, 9:80
(9) Ibidem, 14:81
(10) Ibidem, 14:129
(11) Ibidem, 14:391
(12) Ibidem, 14:476
(13) Ibidem, 8:354
(14) Ibidem, 11:184
(15) Ibidem, 12:62
(16) Ibidem, 14:205
(17) Ibidem, 15:248
(18) Ibidem, 15:247
Bibliografía
Martí, José: Obras Completas. Tomo 6,8,9,11,12,14,15,20,23. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 1975.
Henríquez Lagarde, Manuel: Periódico Juventud Rebelde. “El Matador y La Diva”. 10 de febrero de 1991.
Galarraga Valdés, Ramiro: Diccionario Pensamiento Martiano. Instituto
Cubano del Libro. Editorial Ciencias Sociales. Ciudad de La Habana.
2004.
TOMADO DE: http://www.cubaeduca.cu/index.php?option=com_content&view=article&id=11794:presencia-de-sarah-bernhardt-en-la-obra-martiana-orlando-de-jesus-eiriz-garcia&catid=529:cubaeduca-avanza&Itemid=286