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ISMAELILLO
Hijo:Espantado de todo, me refugio en ti.
- Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura,
- en la utilidad de la virtud, y en ti.
- Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras
- páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal
- como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos
- arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de
- verte en esa forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos
- han pasado por mi corazón.
- ¡Lleguen al tuyo!
- PRÍNCIPE ENANO
- Para un príncipe enano
- Se hace esta fiesta.
- Tiene guedejas rubias,
- Blancas guedejas;
- Por sobre el hombro blanco
- Luengas le cuelgan.
- Sus dos ojos parecen
- Estrellas negras:
- Vuelan, brillan, palpitan,
- Relampaguean!
- El para mí es corona,
- Almohada, espuela.
- Mi mano, que así embrida
- Potros y hienas,
- Va, mansa y obediente,
- Donde él la lleva.
- Si el ceño frunce, temo;
- Si se me queja,
- Cual de mujer, mi rostro
- Nieve se trueca;
- Su sangre, pues, anima
- Mis flacas venas:
- ¡Con su gozo mi sangre
- Se hincha, o se seca!
- Para un príncipe enano
- Se hace esta fiesta.
- ¡Venga mi caballero
- Por esta senda!
- ¡Éntrese mi tirano
- Por esta cueva!
- Tal es, cuando a mis ojos
- Su imagen llega,
- Cual si en lóbrego antro
- Pálida estrella,
- Con fulgores de ópalo,
- Todo vistiera.
- A su paso la sombra
- Matices muestra,
- Como al Sol que las hiere
- Las nubes negras.
- ¡Heme ya, puesto en armas,
- En la pelea!
- Quiere el príncipe enano
- Que a luchar vuelva:
- ¡El para mí es corona
- Almohada, espuela!
- Y como el Sol, quebrando
- Las nubes negras,
- En banda de colores
- La sombra trueca,
- El, al tocarla, borda
- En la onda espesa
- Mi banda de batalla
- Roja y violeta.
- ¿Conque mi dueño quiere
- Que a vivir vuelva?
- ¡Venga mi caballero
- Por esta senda!
- ¡Éntrese mi tirano
- Por esta cueva!
- ¡Déjenme que la vida
- A él, a él ofrezca!
- Para un príncipe enano
- Se hace esta fiesta.
- SUEÑO DESPIERTO
- Yo sueño con los ojos
- Abiertos, y de día
- Y noche siempre sueño.
- Y sobre las espumas
- Del ancho mar revuelto,
- Y por entre las crespas
- Arenas del desierto,
- Y del león pujante,
- Monarca de mi pecho,
- Montado alegremente
- Sobre el sumiso cuello.
- Un niño que me llama
- Flotando siempre veo!
- BRAZOS FRAGANTES
- Sé de brazos robustos,
- Blandos, fragantes;
- Y sé que cuando envuelven
- El cuello frágil,
- Mi cuerpo, como rosa
- Besada, se abre,
- Y en su propio perfume
- Lánguido exhálase.
- Ricas en sangre nueva
- Las sienes laten;
- Mueven las rojas plumas
- Internas aves;
- Sobre la piel, curtida
- De humanos aires
- Mariposas inquietas
- Sus alas baten;
- Savia de rosa enciende
- Las muertas carnes!
- Y yo doy los redondos
- Brazos fragantes,
- Por dos brazos menudos
- Que halarme saben,
- Y a mi pálido cuello
- Recios colgarse.
- Y de místicos lirios
- Collar labrarme!
- ¡Lejos de mí por siempre.
- Brazos fragantes!
- MI CABALLERO
- Por las mañanas
- Mi pequeñuelo
- Me despertaba
- Con un gran beso.
- Puesto a horcajadas
- Sobre mi pecho,
- Bridas forjaba
- Con mis cabellos.
- Ebrio él de gozo,
- De gozo yo ebrio,
- Me espoleaba
- Mi caballero:
- ¡Qué suave espuela
- Sus dos pies frescos!
- ¡Cómo reía
- Mi jinetuelo!
- Y yo besaba
- Sus pies pequeños.
- ¡Dos pies que caben
- En sólo un beso!
- MUSA TRAVIESA
- ¿Mi musa? Es un diablillo
- Con alas de ángel.
- ¡Ah, musilla traviesa.
- Que vuelo trae!
- Yo suelo, caballero
- En sueños graves,
- Cabalgar horas luengas
- Sobre los aires.
- Me entro en nubes rosadas.
- Bajo a hondos mares,
- Y en los senos eternos
- Hago viajes.
- Allí asisto a la inmensa
- Boda inefable,
- Y en los talleres huelgo
- De la luz madre:
- Y con ella es la oscura
- Vida, radiante
- Y a mis ojos los antros
- Son nidos de ángeles!
- Al viajero del cielo
- ¿Qué el mundo frágil?
- Pues ¿no saben los hombres
- Qué encargo traen?
- ¡Rasgarse el bravo pecho,
- Vaciar su sangre.
- Y andar, andar heridos
- Muy largo el valle.
- Roto el cuerpo en harapos.
- Los pies en carne,
- Hasta dar sonriendo
- -¡No en tierra! -exánimes!
- Y entonces sus talleres
- La luz les abre,
- Y ven lo que yo veo:
- ¿Qué el mundo frágil?
- Seres hay de montaña,
- Seres de valle,
- Y seres de pantano
- Y lodazales.
- De mis sueños desciendo.
- Volando vanse.
- Y en papel amarillo
- Cuento el viaje.
- Contándolo, me inunda
- Un gozo grave:
- Y cual si el monte alegre,
- Queriendo holgarse
- Al alba enamorando
- Con voces ágiles
- Sus hilillos sonoros
- Desanudase,
- Y salpicando riscos,
- Labrando esmaltes
- Refrescando sedientas
- Cálidos cauces,
- Echáralos risueños
- Por falda y valle,
- Así, al alba del alma
- Regocijándose,
- Mi espíritu encendido
- Me echa a raudales
- Por las mejillas secas
- Lágrimas suaves.
- Me siento, cual si en magno
- Templo oficiase;
- Cual si mi alma por mirra
- Vertiese al aire;
- Cual si en mi hombro surgieran
- Fuerzas de Atlante;
- Cual si el Sol en mi seno
- La luz fraguase:
- Y estallo, hiervo, vibro;
- Alas me nacen!
- Suavemente la puerta
- Del cuarto se abre,
- Y éntranse a él gozosos
- Luz, risas, aire.
- Al par da el Sol en mi alma
- Y en los cristales:
- ¡Por la puerta se ha entrado
- Mi diablo ángel!
- ¿Qué fue de aquellos sueños,
- De mi viaje,
- Del papel amarillo,
- Del llanto suave?
- Cual si de mariposas,
- Tras gran combate,
- Volaran alas de oro
- Por tierra y aire,
- Así vuelan las hojas
- Do cuento el trance.
- Hala acá el travesuelo
- Mi paño árabe;
- Allá monta en el lomo
- De un incunable;
- Un carcaz con mis plumas
- Fabrica y átase;
- Un sílex persiguiendo
- Vuelca un estante,
- Y ¡allá ruedan por tierra
- Versillos frágiles,
- Brumosos pensadores,
- Lópeos galanes!
- De águilas diminutas
- Puéblase el aire:
- ¡Son las ideas, que ascienden,
- Rotas sus cárceles!
- Del muro arranca, y ciñese
- Indio plumaje:
- Aquella que me dieron
- De oro brillante
- Pluma, a marcar nacida
- Frentes infames
- De su caja de seda
- Saca, y la blande:
- Del Sol a los requiebros
- Brilla el plumaje,
- Que baña en áureas tintas
- Su audaz semblante.
- De ambos lados el rubio
- Cabello al aire,
- A mí súbito viénese
- A que lo abrace.
- De beso en beso escala
- Mi mesa frágil;
- ¡Oh, Jacob, mariposa,
- Ismaelillo, árabe!
- ¿Qué ha de haber que me guste
- Como mirarle
- De entre polvo de libros
- Surgir radiante,
- Y, en vez de acero, verle
- De pluma armarse,
- Y buscar en mis brazos
- Tregua al combate?
- Venga, venga, Ismaelillo;
- La mesa asalte,
- Y por los anchos pliegues
- Del paño árabe
- En rota vergonzosa
- Mis libros lance,
- Y siéntese magnífico
- Sobre el desastre
- Y muéstreme riendo,
- Roto el encaje
- -¡Qué encaje no se rompe
- En el combate!-
- Su cuello, en que la risa
- Gruesa onda hace!
- Venga, y por cauce nuevo
- Mi vida lance,
- Y a mis manos la vieja
- Péñola arranque,
- Y del vaso manchado
- La tinta vacíe!
- ¡Vaso puro de nácar:
- Dame a que harte
- Esta sed de pureza:
- Los labios cánsame!
- ¿Son éstas que lo envuelven
- Carnes, o nácares?
- La risa, como en taza
- De ónice árabe,
- En su incólume seno
- Bulle triunfante:
- ¡Hete aquí, hueso pálido,
- Vivo y durable!
- Hijo soy de mi hijo!
- El me rehace!
- Pudiera yo, hijo mío,
- Quebrando el arte
- Universal, muriendo,
- Mis años dándote,
- Envejecerte súbito,
- La vida ahorrarte!
- Mas no: que no verías
- En horas graves
- Entrar el Sol al alma
- Y a los cristales!
- Hierva en tu seno puro
- Risa sonante:
- Rueden pliegues abajo
- Libros exangües:
- Sube, Jacob alegre,
- La escala suave:
- Ven, y de beso en beso
- Mi mesa asaltes:
- ¡Pues esa es mi musilla,
- Mi diablo ángel!
- ¡Ah, musilla traviesa,
- Qué vuelo trae!
- MI REYECILLO
- Los persas tienen
- Un rey sombrío;
- Los hunos foscos
- Un rey altivo;
- Un rey ameno
- Tienen los íberos;
- Rey tiene el hombre,
- Rey amarillo:
- ¡Mal van los hombres
- Con su dominio!
- Mas yo vasallo
- De otro rey vivo,
- Un rey desnudo,
- Blanco y rollizo:
- Su cetro -un beso!
- Mi premio -un mimo!
- Oh! cual los áureos
- Reyes divinos
- De tierras muertas,
- De pueblos idos
- -¡Cuando te vayas
- Llévame, hijo!-
- Toca en mi frente
- Tu cetro omnímodo;
- Úngeme siervo,
- Siervo sumiso:
- ¡No he de cansarme
- De verme ungido!
- ¡Lealtad te juro,
- Mi reyecillo!
- Sea mi espalda
- Pavés de mi hijo;
- Posa en mis hombros
- El mar sombrío:
- Muera al ponerte
- En tierra vivo:
- Mas si amar piensas
- El amarillo
- Rey de los hombres,
- ¡Muere conmigo!
- ¿Vivir impuro?
- ¡No vivas, hijo!
- PENACHOS VIVIDOS
- Como taza en que hierve
- De transparente vino
- En doradas burbujas
- El generoso espíritu;
- Como inquieto mar joven
- Del cauce nuevo henchido
- Rebosa, y por las playas
- Bulle y muere tranquilo;
- Como manada alegre
- De bellos potros vivos
- Que en la mañana clara
- Muestran su regocijo,
- Ora en carreras locas,
- O en sonoros relinchos,
- O sacudiendo el aire
- En crinaje magnífico;
- Así mis pensamientos
- Rebosan en mí vívidos,
- Y en crespa espuma de oro
- Besan tus pies sumisos,
- O en fúlgidos penachos
- De varios tintes ricos,
- Se mecen y se inclinan
- Cuando tú pasas -hijo!
- HIJO DEL ALMA
- ¡Tú flotas sobre todo,
- Hijo del alma!
- De la revuelta noche
- Las oleadas,
- En mi seno desnudo
- Déjante el alba;
- Y del día la espuma
- Turbia y amarga,
- De la noche revuelta
- Te echa en las aguas.
- Guardiancillo magnánimo,
- La no cerrada
- Puerta de mi hondo espíritu
- Amante guardas;
- Y si en la sombra ocultas
- Búscanme avaras,
- De mi calma celosas,
- Mis penas varias,
- En el umbral oscuro
- Fiero te alzas,
- Y les cierran el paso
- Tus alas blancas!
- Ondas de luz y flores
- Trae la mañana,
- Y tú en las luminosas
- Ondas cabalgas.
- No es, no, la luz del día
- La que me llama,
- Sino tus manecitas
- En mi almohada.
- Me hablan de que estás lejos:
- ¡Locuras me hablan!
- Ellos tienen tu sombra;
- ¡Yo tengo tu alma!
- Esas son cosas nuevas,
- Mías y extrañas
- Yo sé que tus dos ojos
- Allá en lejanas
- Tierras relampaguean,
- Y en las doradas
- Olas de aire que baten
- Mi frente pálida,
- Pudiera con mi mano,
- Cual si haz segara
- De estrellas, segar haces
- De tus miradas:
- ¡Tú flotas sobre todo,
- Hijo del alma!
- AMOR ERRANTE
- Hijo, en tu busca
- Cruzo los mares:
- Las olas buenas
- A ti me traen:
- Los aires frescos
- Limpian mis carnes
- De los gusanos
- De las ciudades;
- Pero voy triste
- Porque en los mares
- Por nadie puedo
- Verter mi sangre.
- ¿Qué a mí las ondas
- Mansas e iguales?
- ¿Qué a mí las nubes,
- Joyas volantes?
- ¿Qué a mí los blandos
- Juegos del aire?
- ¿Qué la iracunda
- Voz de huracanes?
- A éstos, ¡la frente
- Hecha a domarles!
- A los lascivos
- Besos fugaces
- De las menudas
- Brisas amables,
- Mis dos mejillas
- Secas y exangües,
- De un beso inmenso
- Siempre voraces!
- Y ¿a quién, el blanco
- Pálido ángel
- Que aquí en mi pecho
- Las alas abre
- Y a los cansados
- Que de él se amparen
- Y en él se nutran
- Busca anhelante?
- ¿A quién envuelve
- Con sus suaves
- Alas nubosas
- Mi amor errante?
- ¡Libre de esclavos
- Cielos y mares,
- Por nadie puedo
- Verter mi sangre!
- Y llora el blanco
- Pálido ángel:
- ¡Celos del cielo
- Llorar le hacen,
- Que a todos cubre
- Con sus celajes!
- Las alas níveas
- Cierra, y ampárase
- De ellas el rostro
- Inconsolable:
- Y en el confuso
- Mundo fragante
- Que en la profunda
- Sombra se abre,
- Donde en solemne
- Silencio nacen
- Flores eternas
- Y colosales,
- Y sobre el dorso
- De aves gigantes
- Despiertan besos
- Inacabables,
- Risueño y vivo
- Surge otro ángel!
- SOBRE MI HOMBRO
- Ved: sentado lo llevo
- Sobre mi hombro:
- Oculto va, y visible
- Para mí sólo:
- El me ciñe las sienes
- Con su redondo
- Brazo, cuando a las fieras
- Penas me postro:
- Cuando el cabello hirsuto
- Yérguese y hosco,
- Cual de interna tormenta
- Símbolo torvo,
- Como un beso que vuela
- Siento en el tosco
- Cráneo: su mano amansa
- El bridón loco!
- Cuando en medio del recio
- Camino lóbrego,
- Sonrío, y desmayado
- Del raro gozo,
- La mano tiendo en busca
- De amigo apoyo,
- Es que un beso invisible
- Me da el hermoso
- Niño que va sentado
- Sobre mi hombro.
- TÁBANOS FIEROS
- ¡Venid, tábanos fieros,
- Venid, chacales,
- Y muevan trompa y diente
- Y en horda ataquen,
- Y cual tigre a bisonte
- Sítienme y salten!
- Por aquí verde envidia!
- Tú, bella carne,
- En los dos labios muérdeme:
- Sécame, mánchame!
- Por acá, los vendados
- Celos voraces!
- Y tú, moneda de oro
- Por todas partes!
- De virtud mercaderes,
- Mercadeadme!
- Mató el Gozo a la Honra:
- Venga a mí, y me mate!
- Cada cual con sus armas
- Surja y batalle:
- El placer, con su copa:
- Con sus amables
- Manos, en mirra untadas,
- La virgen ágil;
- Con su espada de plata,
- El diablo bátame:
- La espada cegadora
- No ha de cegarme!
- Asorde la caterva
- De batallantes:
- Brillen cascos plumados
- Como brillasen
- Sobre montes de oro
- Nieves radiantes:
- Como gotas de lluvia
- Las nubes lancen
- Muchedumbre de aceros
- Y de estandartes:
- Parezca que la tierra,
- Rota en el trance
- Cubrió su dorso verde
- De áureos gigantes:
- Lidiemos, no a la lumbre
- del sol suave.
- Sino al funesto brillo
- De los cortantes
- Hierros: rojos relámpagos
- La niebla tajen:
- Sacudan sus raíces
- Libres los árboles:
- Sus faldas trueque el monte
- En alas ágiles:
- Clamor óigase, como
- Si en un instante
- Mismo, las almas todas
- Volando ex-cárceres.
- Rodar a sus pies vieran
- Su hopa de carnes:
- Cíñame recia veste
- De amenazantes
- Astas agudas: hilos
- tenues de sangre
- Por mi piel rueden leves
- Cual rojos áspides:
- Su diente en lodo afilen
- Pardos chacales:
- Lime el tábano terco
- Su aspa volante:
- Muérdame en los dos labios
- La bella carne:
- Que ya vienen, ya vienen
- Mis talismanes.
- Como nubes vinieron
- Esos gigantes:
- ¡Ligeros como nubes
- Volando iránse!
- La desdentada envidia
- Irá, secas las fauces.
- Hambrienta, por desiertos
- Y calcinados valles,
- Royéndose las mondas
- Escuálidas falanges;
- Vestido irá de oro
- El diablo formidable,
- En el cansado puño
- Quebrada la tajante;
- Vistiendo con sus lágrimas
- Irá, y con voces grandes
- De duelo, la Hermosura
- Su inútil arreaje:
- Y yo en el agua fresca
- De algún arroyo amable
- Bañaré sonriendo
- Mis hilillos de sangre.
- Ya miro en polvareda
- Radiosa evaporarse
- Aquellas escamadas
- Corazas centelleantes:
- Las alas de los cascos
- Agítanse, debátense,
- Y el casco de oro en fuga
- Se pierde por los aires.
- Tras misterioso viento
- Sobre la hierba arrástranse,
- Cual sierpes de colores,
- Las flámulas ondeantes.
- Junta la tierra súbito
- Sus grietas colosales
- Y echa su dorso verde
- Por sobre los gigantes:
- Corren como que vuelan
- Tábanos y chacales,
- Y queda el campo lleno
- De un humillo fragante.
- De la derrota ciega
- Los gritos espantables
- Escúchanse, que evocan
- Callados capitanes;
- Y mésase soberbia
- El áspero crinaje,
- Y como muere un buitre
- Expira sobre el valle:
- En tanto, yo a la orilla
- De un fresco arroyo amable,
- Restaño sonriendo
- Mis hilillos de sangre.
- No temo yo ni curo
- De ejércitos pujantes,
- Ni tentaciones sordas,
- Ni vírgenes voraces:
- El vuela en torno mío,
- El gira, él para, él bate;
- Aquí su escudo opone;
- Allí su clava blande;
- A diestra y a siniestra
- Mandobla, quiebra, esparce;
- Recibe en su escudillo
- Lluvia de dardos hábiles;
- Sacúdelos al suelo,
- Bríndalo a nuevo ataque,
- ¡Ya vuelan, ya se vuelan
- Tábanos y gigantes!
- Escúchase el chasquido
- De hierros que se parten;
- Al aire chispas fúlgidas
- Suben en rubios haces;
- Alfómbrase la tierra
- De dagas y montantes;
- ¡Ya vuelan, ya se esconden
- Tábanos y chacales!
- El como abeja zumba,
- El rompe y mueve el aire,
- Detiénese, ondea, deja
- Rumor de alas de ave:
- Ya mis cabellos roza
- Ya sobre mi hombro párase;
- Ya a mi costado cruza;
- Ya en mi regazo lánzase;
- ¡Ya la enemiga tropa
- Huye, rota y cobarde!
- ¡Hijos, escudos fuertes,
- De los cansados padres!
- ¡Venga mi caballero,
- Caballero del aire!
- ¡Véngase mi desnudo
- Guerrero de alas de ave,
- Y echemos por la vía
- Y con sus aguas frescas
- Bañe mi hilo de sangre!
- ¡Caballeruelo mío!
- ¡Batallador volante!
- TÓRTOLA BLANCA
- El aire está espeso
- La alfombra manchada,
- Las luces ardientes,
- Revuelta la sala;
- Y acá entre divanes
- Y allá entre otomanas,
- Tropiézase en restos
- De tules, o de alas!
- Un baile parece
- De copas exhaustas!
- Despierto está el cuerpo,
- Dormida está el alma!
- ¡Qué férvido el valse!
- ¡Qué alegre la danza!
- ¡Qué fiera hay dormida
- Cuando el baile acaba!
- Detona, chispea,
- Espuma, se vacía,
- Y expira dichosa
- La rubia champaña:
- Los ojos fulguran,
- Las manos abrasan
- De tiernas palomas
- Se nutren las águilas;
- Don Juanes lucientes
- Devoran Rosauras;
- Fermenta y rebosa
- La inquieta palabra;
- Estrecha en su cárcel
- La vida incendiada,
- Y en lava y en llamas;
- Y lirios se quiebran,
- Y violas se manchan,
- Y giran las gentes,
- Y ondulan y valsan;
- Mariposas rojas
- Inundan la sala,
- Y en la alfombra muere
- La tórtola blanca.
- Yo fiero rehúso
- La copa labrada;
- Traspaso a un sediento
- La alegre champaña;
- Pálido recojo
- La tórtola hollada;
- Y en su fiesta dejo
- Las fieras humanas;
- Que el balcón azotan
- Dos alitas blancas
- Que llenas de miedo
- Temblando me llaman.
- VALLE LOZANO
- Dígame mi labriego
- ¿Cómo es que ha andado
- En esta noche lóbrega
- Este hondo campo?
- Dígame ¿de qué flores
- Untó el arado,
- Que la tierra olorosa
- Trasciende a nardos?
- Dígame ¿de qué ríos
- Regó este prado,
- Que era un valle muy negro
- Y ora es lozano?
- Otros, con dagas grandes
- Mi pecho araron:
- Pues ¿qué hierro es el tuyo
- Que no hace daño?
- Y esto dije, y el niño
- Riendo me trajo
- En sus dos mano blancas
- Un beso casto.
- MI DESPENSERO
- ¿Qué me das? ¿Chipre?
- Yo no lo quiero:
- Ni rey de bolsa
- Ni posaderos
- Tienen del vino
- Que yo deseo;
- Ni es de cristales
- De cristaleros
- La dulce copa
- En que lo bebo.
- Mas está ausente
- Mi despensero
- Y de otro vino
- Yo nunca bebo.
- ROSILLA NUEVA
- ¡Traidor! ¿Con qué arma de oro
- Me has cautivado?
- Pues yo tengo coraza
- De hierro áspero.
- Hiela el dolor: el pecho
- Trueca en peñasco.
- Y así como la nieve,
- Del Sol al blando
- Rayo, suelta el magnífico
- Manto plateado,
- Y salta en hilo alegre
- Al valle pálido,
- Y las rosillas nuevas
- Riega magnánimo;
- Así, guerrero fúlgido,
- Roto a tu paso,
- Humildoso y alegre
- Rueda el peñasco;
- Y cual lebrel sumiso
- Busca saltando
- A la rosilla nueva
- Del valle pálido.
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